En NotiMundo A La Carta, Verónica Sarauz, esposa de Fernando Villavicencio (+), se refirió a la millonaria recompensa que ofreció Estados Unidos para quien entregue información certera sobre el asesinato de Fernando Villavicencio y no descartó que existan actores que podrían estar involucrados en el crimen que estarían fuera del país.

Créditos: AFP (El Universo)

Sarauz agradeció a Estados Unidos por el interés que tiene la política internacional por encontrar a los autores intelectuales del crimen de Villavicencio y agregó que esta medida da una esperanza a la familia de que algún día se llegue a los nombres de las personas que estuvieron involucradas en este complot que se perpetuó para que Fernando sea asesinado”.

Rechazó que es tal la desconfianza que existe en la justicia ecuatoriana que hay que pedir ayuda a países amigos y a diferentes organismos internaciones para que esclarezcan estos casos y, así, se garantice la transparencia de los procesos.

“El caso de Fernando es una telaraña enorme que hay que ir juntando hilo por hilo y eso si toma su tiempo”, puntualizó a la vez que dijo que “la gente tiene miedo de hablar”.

Aunque señaló que aún no hay certezas de que la orden para asesinar a Fernando haya llegado del exterior, Sarauz indicó que “hay actores que podrían estar involucrados en el tema que pueden estar fuera del país”.

“En todas sus investigaciones periodísticas, Fernando se abrió muchos frentes delicados en temas como petróleo, puertos, etc., son temas que afectan intereses muy grandes”, manifestó.

Ataques y amenazas en su contra

Denunció que en los últimos días ha venido sufriendo amenazas contra su vida y, la última alerta de amenaza, salió del Centro de Inteligencia Estratégica (Cies), lo cual prendió las alertas de la cápsula de seguridad con la que cuenta al momento.

Recalcó que le llama la atención que la Policía haya dicho que se trata de un “hecho aislado” porque cuando se trata de este tipo de acciones (cuanto habrían querido disparar al vehículo en el que se movilizaba) “nada es casualidad y nada es aislado”.

“No sé si el comandante de la Policía está esperando que en realidad me disparen para tomar acciones o no sé qué están tratando de esperar”, concluyó.

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