Pontón lamentó que los asesinatos registrados durante los primeros cuatro meses de 2024 son parte de la dinámica violenta que Ecuador vivió durante el año pasado, identificado como el más violeto de la historia, donde se reportaron 7.592 muertes violentas, traducido en una tasa de homicidios de más de 40 muertos por cada 100.000 habitantes.
A su criterio, mientras el país tenga un sistema de investigación tan debilitado, no habrá un cambio radical en el rumbo del país. Esto -añadió- ha permitido que se consolide un sistema de impunidad en Ecuador, que mientras no sea atacado desde distintas aristas, dará paso a que continúen estos lamentables casos.
Respecto del Plan Fénix del Gobierno, Pontón aseguró que «no se puede evaluar algo que no existe», pero esa sería la estrategia del Gobierno: no tener un mecanismo que le permita identificar en qué se ha avanzado. No obstante, Pontón reconoció que la presencia de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en las calles es un trabajo que busca reducir los índices de violencia, pero no se puede analizar los resultados en base a detenciones o drogas incautadas.
Si a esto se suma el cometimiento de delitos como la extorsión o el secuestro, se pone una vez más en evidencia que no existe una política pública para devolver la tranquilidad al país. Lo peor, dijo, es que sin esta estrategia clara los índices de violencia y muertes violentas continuará incrementando a escala nacional. «Estos siete años hemos aprendido que la improvisación cuesta», apuntó Pontón. La alternativa de crear una agencia de inteligencia, debe tener en cuenta la parte táctica-operativa para tener resultados distintos.
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