Una investigación publicada en la revista Nature and Science of Sleep, se basó en las estadísticas de que un 20% de los accidentes automovilísticos registrados en Australia en los últimos 20 años fueron atribuidos a la fatiga o el cansancio.

Para la mayoría de conductores es lógico que no se puede conducir en estado de ebriedad porque incapacita los sentidos y los vuelve más proclives a causar accidentes de tránsito. Sin embargo, no todos conocen que dormir menos de cinco horas causa el mismo efecto que el alcohol al momento de manejar un auto.

El equipo de investigadores concluyó que dormir menos de cinco horas está asociado a un doble riesgo de sufrir un accidente automovilístico, al igual que los conductores en estado de ebriedad. Además, el riesgo aumenta mientras hay menos horas de sueño.

Algunos estudios incluso sugieren que, cuando un conductor duerme entre cero y cuatro horas la noche anterior, puede tener hasta 15 veces más probabilidades de sufrir un siniestro.

No existe una forma actual de evaluar la fatiga al borde de la carretera: no hay una prueba de aliento o un análisis de sangre que pueda evaluar cuánto ha dormido o qué tan afectado está, explicaron los científicos.

 

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