El salubrista Pablo Izquierdo Pinos estuvo al frente del Hospital Eugenio Espejo, de Quito, durante 40 días. Él fue uno de los cuatro gerentes hospitalarios que fueron removidos por las autoridades de Salud, durante esta emergencia provocada por el covid-19. Otro fue el del Pediátrico Baca Ortiz, en donde dos trabajadores se contagiaron fuera de su consulta.

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Crédito: Twitter Ministerio de Salud

En una carta, con fecha de este viernes 1 de mayo del 2020, el galeno se despide del personal de salud y habla sobre la supuesta «corrupción» y «negocios millonarios» que se habrían dado en esta casa de salud. Además asegura que el personal ha estado expuesto durante esta emergencia sanitaria, ya que no se ha dado «importancia a la compra de mascarillas N95 o a equipos de protección personal».

Mercedes Almagro es la nueva gerenta del Eugenio Espejo. Ella asumió el cargo desde este viernes 1 de mayo. También cambiaron las autoridades de los hospitales: Pediátrico Baca Ortiz, Docente Calderón y Enrique Garcés. Hasta las 22:41 de este viernes 1 de mayo del 2020, ninguna autoridad de salud se pronunció sobre el contenido de la carta emitida por el exdirectivo. EL COMERCIO accedió a la carta del exdirectivo, en la que expresa lo siguiente. No aceptó una entrevista esta noche. Pero confirmó el contenido: «Estimados compañeros, ante mi ferrea negativa por segunda vez a recibir al mismo círculo de personas que lucran con la Salud he sido notificado directamente por el Ministro de Salud, quien un día antes me dio su apoyo a mi gestión.

Debe ser tal el poder de estas personas en las más altas esferas del Gobierno, que tenemos procesos en donde hay negocios millonarios, pero exponen a todo el personal al dar poca importancia a la compra de mascarillas N95 o Equipos de Protección Personal. Realmente quiero exponer mi vergüenza y mi impotencia, al conocer que no disponíamos de lo más elemental para enfrentar esta pandemia y que fuerzas poderosas son las que gobiernan el hospital. Fichas de ajedrez que se mueven en un tablero corrupto de intereses que solo se dedican a negocios de más de un millón de dólares.

Salgo como entré, con dignidad y honor al no ser parte de este juego macabro en contra de la vida de los ecuatorianos. Que se roben todo, no se robarán ni mi honor, ni mi dignidad. Al haber estado dentro de ese riñón mafioso -y no ser parte de éste-, pude ver claramente como se manejan con protervos intereses los presupuestos de la salud. La vida y la salud de todos los servidores públicos no les interesa en lo absoluto, peor de la gente pobre que acude a los hospitales.

Y esto pasa en todos los hospitales del país. Lamentablemente esto seguirá pasando porque las personas de bien no somos convenientes a esos intereses y contrariamente hay personas que se prestan por intereses económicos a esas prácticas. Desde ya les anticipo que iré a todos los medios de comunicación y desde mi espacio en la prensa seguiré gritando a quienes por acción y omisión se roban la plata de las medicinas, los equipamientos y los insumos del que fue un ejemplo de Hospital.

Todos ustedes me conocen estimados amigos, siempre digo la verdad, conocen mi transparencia de mis actos, por ello no desmayaré desde ahora en luchar contra estas mafias de la salud. Un abrazo sincero y solidario por su lucha diaria y darme la oportunidad y el honor de conocerlos. Atentamente Pablo Izquierdo Pinos».


Nota Original: El Comercio – LINK