Analistas comentan que la falta de convicción de las fuerzas militares facilitó el regreso del grupo islamista que podría hacer que el terrorismo resurja.

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La victoria de los talibanes tras dos décadas de guerra en Afganistán ha desatado el caos en el aeropuerto de Kabul, donde al menos seis personas murieron, según varios testigos, mientras miles de personas desesperadas trataban de huir del país abordando los vuelos de repatriación.

Ante la situación, varios países han organizado el envío de aviones para evacuar a sus ciudadanos y a afganos con los que han trabajado en los últimos años, mientras otros como EE. UU. han mandado contingente militar.

La toma del poder de los talibanes se produjo después de que la OTAN pusiera fin a su misión de 9.500 efectivos en Afganistán tras la decisión de EE. UU. de sacar sus tropas.

El presidente Ashraf Ghani abandonó Afganistán el domingo por la noche cuando los insurgentes rodearon Kabul, culminando una victoria militar que los vio capturar todas las ciudades en solo diez días.

El analista internacional Michel Leví, coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales de la Universidad Andina Simón Bolívar, coincide y dice que lo sucedido en Afganistán es un fracaso de las acciones de la OTAN y aliados.

Ortiz agrega que no se debe olvidar que a lo largo de estos años el grupo nunca desapareció y que se replegó, pero no dejó de trabajar con actividades proselitistas y de ayuda social a la gente y que eso es muestra de que hayan podido tomar el poder, al igual que la falta de convicción de las mismas fuerzas militares para defenderse de su propia gente.

Fuente: El Universo, nota original: LINK