Aída Toro llegó a Ecuador hace un año cuatro meses desde su natal Mérida, en Venezuela. Como muchos migrantes dejó su país por la crisis política y económica que se vive allá.
En Guayaquil, la mujer se dedica a la venta ambulante para obtener recursos. Contó que el 1 de agosto pasado subió en la plataforma del Consulado virtual los documentos necesarios para acceder a la visa de residencia temporal de excepción por razones humanitarias, pero esta le fue negada y aquello le preocupa, pues dijo haber cumplido con los requisitos.
El proceso de regularización para obtener la visa de residencia temporal culminó el 13 de agosto del año en curso. En el Decreto 826 se estableció, entre otras condiciones, haber ingresado por los puntos de control migratorio hasta el 26 de julio de 2019 y no haber violado las leyes ecuatorianas durante su estadía en territorio nacional. También, tener pasaporte original, aun si el documento estuviese caducado hasta por cinco años.
Pero muchos migrantes venezolanos sostienen que la pandemia del coronavirus y las restricciones de movilidad dispuestas a nivel mundial complicaron el proceso. En Ecuador hay 362 000 ciudadanos oriundos de Venezuela, según el secretario general de la Comunidad Andina (CAN), Jorge Hernando Pedraza.
Él participó el jueves en la VI Reunión Internacional sobre Movilidad Humana de Ciudadanos Venezolanos en la Región-Capítulo Santiago, realizada como parte del proceso de Quito. Y durante su intervención afirmó que la CAN recibe el 60 % de los 5 millones de venezolanos que han dejado su país y que incluso se ha denominado “corredor andino” al área por donde los migrantes se desplazan a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
“Hay un millón setecientos sesenta y cuatro mil migrantes venezolanos en Colombia, ochocientos veintinueve mil en Perú, trescientos sesenta y dos mil en Ecuador y más de diez mil en Bolivia, lo cual genera enormes impactos sociales, económicos, en la seguridad, salud, educación, en el empleo e incluso en el ámbito cultural y políticos”, expresó.
El secretario general de la CAN destacó la importancia y urgencia de recibir cooperación internacional para atender las dificultades originadas por este enorme flujo migratorio y resaltó las gestiones intergubernamentales y coordinaciones con organismos internacionales. “La Secretaría General seguirá participando activamente y en colectivo, para lograr una migración venezolana ordenada, regular y segura”, manifestó en la cita.
Allí también participaron representantes de la Agencia de la ONU para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones, Organización Panamericana de la Salud, Organización Internacional del Trabajo, Cruz Roja, Unesco, Unicef, entre otras instancias.
En Ecuador, un total de 161 761 ciudadanos venezolanos realizaron el registro biométrico y 38 243 recibieron la visa de excepción por razones humanitarias luego de un año de vigencia del Decreto 826, con el que se procuró regularizar la ola migratoria de Venezuela.
Aída Toro, quien vive en Guayaquil, mencionó que luego de haber subido a la plataforma del Consulado virtual sus documentos recibió por correo una notificación el 27 de agosto en la que, dijo, le pidieron presentarse al día siguiente en el edificio del Gobierno Zonal con la documentación en físico. Según la mujer, esa cita era para las 09:00, pero como ella no tenía servicio de internet y leyó el correo el mismo 28 de agosto se presentó a la convocatoria a las 12:00. No logró ser atendida.
María Gabriela Calas, quien colabora desde hace dos años y medio con la comunidad de venezolanos, consideró necesario que el Gobierno ecuatoriano conceda una prórroga para la regularización de sus compatriotas. “Ojalá pudieran ser entre treinta y sesenta días”, dijo Calas, quien es docente.
Fuente: El Universo – Nota Original: LINK