Hong Kong recuperó la calma tras la histórica huelga general de este lunes 5 de agosto que paralizó la ciudad, mientras Pekín advirtió de que tanto el Gobierno como la Policía están preparados para llevarles ante la Justicia por sus actos.

Hong-Kong
Foto archivo de las manifestaciones en Hong Kong. Crédito: EFE.

La normalidad volvía a este centro financiero internacional tras una jornada marcada por largas horas de protestas, y de enfrentamientos entre Policía y manifestantes en varios distritos de la ciudad.

En una rueda de prensa, un portavoz de la Policía indicó que 148 personas de entre 13 y 63 años fueron detenidas ayer por delitos como manifestación ilegal, agresión a agentes de la autoridad, obstrucción a los agentes en la ejecución de sus tareas o posesión de armas.

«En dos meses, los alborotadores han destruido de forma temeraria el Estado de derecho. Sus actos han obstruido de manera grave la seguridad ciudadana», indicó el superintendente John Tse.

La de la Policía no fue la única rueda de prensa del día: un grupo de jóvenes manifestantes convocó a los medios esta mañana para condenar el «uso excesivo de la fuerza» por parte de las fuerzas de seguridad y para disculparse ante los ciudadanos que se vieron afectados por la huelga, que paralizó el metro y calles de la ciudad.

Pese a que a las 19.00 hora local (11.00 GMT) de hoy no se había informado de ningún incidente, algunos rumores circulaban en redes sociales asegurando que las mafias locales habían planeado atacar a los ciudadanos en la zona de North Point, lo que provocó que algunas tiendas de este distrito de la isla de Hong Kong cerrasen antes de lo habitual.

Y es que la noche anterior, en esa misma zona, decenas de hombres supuestamente pertenecientes a un grupo mafioso local llamado «clan Fujian» atacaron a manifestantes antigubernamentales con palos hasta que éstos, que los superaban en número, consiguieron rechazar el ataque y hacer que huyeran.

Todos estos acontecimientos se siguen con interés desde el Gobierno central: en la capital china se celebró por segunda semana consecutiva una rueda de prensa de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado (Ejecutivo).

Su portavoz Yang Guang consideró que las acciones de los «radicales» van más allá de la libertad de expresión o el derecho a reunirse: «Toda esa gente que toma a la Policía como objetivo o que prende fuego a comisarías está creando un gran daño a la sociedad (…). Esto tiene que parar».

«Tenemos que prestar atención a los extremistas que arrojaron la bandera nacional china al mar, desafiando la soberanía nacional y el principio de ‘un país, dos sistemas’. Esto se ha ido de las manos y hay que llevarlos ante la Justicia», señaló Yang al hacer balance de la crisis hongkonesa.

«Ellos creen que sólo la violencia puede traer justicia. Incluso han forzado a los residentes locales a participar en sus actos. Hay que parar esto ya y restaurar el orden y la ley. Pedimos a los residentes que digan ‘no’. Si las protestas siguen, ¿quién creen que pagarán la factura?», añadió.

Fuente: EFE, aliado estratégico de FM Mundo