Con medidas de seguridad, como señalización y toma de temperatura en el ingreso, iglesias de Quito empezaron a atender, a partir de este martes 26 de mayo. No todos los templos abrieron a la vez, lo hicieron aquellos que con anticipación pasaron por una evaluación de la Comisión de Bioseguridad de la Arquidiócesis de Quito.

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No todos los templos abrieron a la vez, lo hicieron aquellos que con anticipación pasaron por una evaluación de la Comisión de Bioseguridad de la Arquidiócesis de Quito. Ese fue el caso de la iglesia Nuestra Señora de Fátima de El Batán, en el norte de la capital.

Al igual que el resto de templos católicos, para la reapertura debieron instalar señalización, elementos para desinfección en el ingreso y reducir el aforo. En este caso, antes de la emergencia sanitaria por el covid-19 recibían hasta 200 personas y ahora pasaron a 80. De las 220 parroquias que hay en la Arquidiócesis de Quito, 34 abrirían sus templos este martes 26 de mayo.

Así lo informó el arzobispo de la ciudad, monseñor Alfredo Espinoza. El COE Nacional emitió una resolución en la que autoriza el protocolo presentado por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Este contempla varias fases, en la primera, ya vigente, solo se contempla el ingreso para oración y confesiones, con el debido distanciamiento.

En el ingreso de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima se colocó el documento que avala la reapertura y que garantiza que se aprobó la evaluación, que se hizo la semana pasada. Por el momento, como establece el protocolo, los fieles solo pueden ingresar para rezar y no pueden exceder los 20 minutos.

Para vigilar que eso se cumpla, hay personal que colabora. La atención tanto para orar como para la confesión es en el horario de circulación permitido durante la emergencia sanitaria, no más allá de las 13:30.

En el caso del templo de Nuestra Madre de Las Mercedes, en Toctiuco, las confesiones se harán en el ingreso, en un espacio abierto para mantener la distancia de dos metros. El padre Alan Mendoza, párroco de Nuestra Señora de Fátima de El Batán, indicó que la adecuación del templo les tomó tres semanas.

En la iglesia del Centro de Quito, el proceso se concretó la semana pasada. Este martes esperaban la llegada de termómetros. En la primera fase de reapertura participan voluntarios para colaborar en los procesos.

Nota Original: El Comercio – LINK