Este fin de semana se celebra el Día de la Madre y trataremos un tema que aún se debate: la combinación del trabajo con la maternidad. Y es que años atrás era común ver a las madres dedicadas exclusivamente a las labores de la casa y el cuidado de sus hijos, mientras que el trabajar era una elección. En la actualidad, el hecho de que la mujer trabaje se ha convertido en una necesidad.

Los gastos, el pago de una casa y los servicios requieren el salario de la mujer, además de que implica un desarrollo profesional. Pero, ¿cómo gestionan las mujeres ecuatorianas los diferentes roles que cumplen hoy por hoy?

 Encontrar un equilibrio entre el desarrollo profesional y el rol de la maternidad, es sin duda uno de los retos más difíciles que las mujeres deben superar. La consultora Deloitte realizó una medición entre las principales empresas del país, para conocer si es posible ser madre y ejecutiva a la vez en Ecuador. En el estudio participaron 195 empresas nacionales y multinacionales de varias industrias que en promedio emplean a 3 550 personas.

Los datos son reveladores. Un 42 % de las empresas afirma que tienen de 0 a 50 mujeres como colaboradoras; un 22 % de 50 a 100 son mujeres; un 16% de 100 a 200 mujeres, y por último un 12 % dice que más de 300 personas son mujeres.

Pero lo que más inquieta es que de acuerdo a las encuestas, seis de cada diez madres ejecutivas piensan que limitan sus carreras profesionales por buscar equilibrio entre el trabajo y la familia. De ahí la importancia de políticas de flexibilidad laboral entre las que, según el estudio, destacan los permisos especiales relacionados con la familia con el 35 %, seguidos por el período de maternidad y lactancia que son beneficios legales (28 %), la flexibilidad de horarios (25 %) y el trabajo desde casa (12 %). A pesar de que no todas las empresas tienen políticas establecidas, se muestran flexibles en cuanto a permisos, horarios, entre otros.

Según los participantes, existen factores que las mujeres valoran al momento de escoger sus carreras. El desarrollo profesional (27%) junto con el equilibrio de vida personal y laboral (26%) son los factores que más destacan. Luego está la estabilidad laboral (21%) y el salario competitivo (18%). El prestigio de la compañía (5%), utilidades atractivas (2%) y pertenecer a una multinacional (1%) tienen porcentajes más bajos.

Expertos en talento humano de Deloitte reconocen que parecen irreconciliables las alternativas que se le presentan a una mujer en el mundo laboral: elegir entre su proyección profesional o su vocación por ser madre de familia. Por suerte, los tiempos cambian y hay nuevos aliados. La tecnología y el concepto de trabajar por resultados abre un mundo de posibilidades, para que la mujer pueda combinar su rol de madre, esposa y también ejecutiva de éxito.