Si se analiza cómo ha evolucionado el precio del petróleo desde hace cuatro años, época en la que las economías que dependen de él, gozaban de un panorama favorable, se concluye que en enero de 2012 el barril valía 4,47 veces más que en enero 14 de 2016, y 3,83 veces más que en enero 29. (cuadros adjuntos). Una diferencia tan marcada representa un duro golpe para cualquier economía. Se escucha hablar de crisis desde finales de 2014, cuando el precio llegó a 60,23 dólares por barril. Con el pasar de los meses desaparece la esperanza de que el costo vuelva a superar los 100 dólares.
PrecioPetróleo.net es claro. Explica que el petróleo West Texas Intermediate (WTI) terminó 2015 con una caída acumulada del 30,40 %. Esto representa 16,23 dólares menos que el 31 de diciembre de 2014 (53,27 dólares). El precio del petróleo Brent, la referencia en Europa, cerró el año pasado en el mercado de Londres en 37,10 dólares, con una caída anual de 34,70 %, frente a los 56,82 dólares del 31 de diciembre de 2014.
“Ambas referencias sufrieron caídas anuales de dos dígitos por segundo año consecutivo, luego de que Arabia Saudita y otros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no consiguieron impulsar los precios del crudo. Además, Estados Unidos tomó la decisión de eliminar una prohibición a la exportación de petróleo que estaba vigente desde hace 40 años, en un reconocimiento del crecimiento que ha tenido el sector”, afirma el portal.
¿Qué pasó al término de la primera quincena de 2016? El 15 de enero, el crudo europeo cerró por debajo de los 30 dólares el barril. Un valor registrado, por primera vez, desde febrero de 2004. Sin embargo, a finales de ese mes subió a 33,15 dólares.
El precio del West Texas Intermediate (WTI) se desplomó la primera quincena de 2016 un 5,7 %. Cerró en 29,42 dólares el barril, su nivel más bajo desde noviembre de 2003. Acumuló durante la segunda semana de enero un retroceso significativo del 11,3 %. Y el 29 del mismo mes llegó a 33,56 dólares.
Con este panorama, analizaremos tres economías dependientes de estos valores. Expondremos cómo se encuentran, qué hacen y qué piensan hacer para superar un 2016 complicado. Venezuela, Colombia y Ecuador buscan salvavidas.
Venezuela se ahoga
El 15 de enero de 2016 fue un día clave para el país caribeño. El Banco Central publicó cifras que encendieron más alertas. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), al tercer trimestre de 2015, registró una variación acumulada (de enero a septiembre) de 108,7 %. La variación anualizada, al cierre del tercer trimestre, fue de 141,5 %.
En la acumulada se combinaron variaciones intertrimestrales de 19,1%, 26,1 % y 38,9 %, correspondientes al primero, segundo y tercer trimestre. De igual forma, indicó el Banco Central, durante el primer semestre del año pasado se acumuló una variación de 50,3 %. Por lo que la intertrimestral se ubicó, en el tercer trimestre, en 38,9 %.
Frente a ello, el presidente, Nicolás Maduro decretó, el 15 de enero, el estado de emergencia económica que durará 60 días, que permite al Primer Mandatario reorganizar el presupuesto como considere, dictar medidas para evitar la evasión fiscal, agilizar trámites para importar los productos e insumos necesarios para el consumo, eximir los requisitos cambiarios al sector público y privado (en Venezuela hay un control de venta de divisas muy rígido desde 2003), requerir el incremento de la producción y disponer de los bienes que las empresas privadas tienen para conseguir su objetivo de elevar la producción.
El PIB de Venezuela, afectado por el precio de un barril de petróleo en descenso y un aparato productivo privado paralizado, disminuyó 7,1 % en el tercer trimestre de 2015, con respecto al mismo período de 2014. La balanza de pagos también fue negativa en el último trimestre del año pasado. La cuenta corriente registró un saldo negativo de 5 050 millones de dólares, la balanza comercial reportó un déficit de 782 millones de dólares y se amortizaron 2 619 millones de dólares de deuda pública externa.
El economista Xavier Muñoz considera que el panorama de Venezuela es muy incierto, “dos conocidos venezolanos con los que hablé afirman que las próximas dos décadas están perdidas para ese país, independiente del precio del petróleo”. Algo que se podría hacer, a decir de Muñoz, es que la Asamblea y la Presidencia de la República actúen en conjunto, “necesitan un pacto de paz. Si no se enrumban para dirigir el barco, la crisis se podría alargar aún más”.
Colombia y su marca país
El país cafetero, a pesar de la depreciación de su moneda frente al dólar, tiene un buen escenario. Sus autoridades estiman que la economía crecerá en 2016 un 3,2 %, “un resultado muy similar al del año pasado”, afirmó el ministro de Hacienda (Finanzas), Mauricio Cárdenas.
Una cifra que para los ojos del Gobierno es extraordinaria frente a la realidad mundial, con economías golpeadas por el precio del petróleo. Si se logra este crecimiento, indicó el ministro, Colombia continuará en el primer lugar en América Latina entre las economías grandes. La industria avanzará en 2016, un 7,5 %, y la construcción también tendrá un repunte con la ejecución de proyectos en marcha. Se estimó que la economía cerraría 2015 con un crecimiento del 3,2 % frente al 4,6 % del año anterior.
Un artículo publicado en el portal El Colombiano afirma que, según el informe de perspectivas económicas de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), el nuevo año será positivo. En ellos están: los flujos de inversión extranjera directa, la buena dinámica de la demanda doméstica, los Tratados de Libre Comercio (TLC), etc.
La ejecución de obras civiles en los Proyectos Estratégicos de Interés Nacional (Pines), los proyectos asociados a los recursos de regalías, las obras de mantenimiento y construcción nacionales y regionales también son parte de la agenda. A pesar del desplome en los precios del petróleo, los empresarios estiman que sus ventas, en otros sectores, crecerán un 10,1 %.
Muñoz estima que las medidas que ha tomado Colombia son importantes. Ejemplifica al mencionar la venta de la empresa de energía,
ISAGEN, “Colombia tiene una economía más diversificada, no tan concentrada en el petróleo. Claro que la producción nacional encarece por el precio alto del dólar. Ha evolucionado en la producción para la venta externa. Su horizonte es más alentador”.
Ecuador requiere aún más
Desde finales del año pasado ya se sabía que el panorama del país para 2016 iba a ser similar al de 2015. A mediados de diciembre, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) afirmó que el año que terminó el Ecuador registraría un crecimiento del 0,45 % y con el nuevo, uno de 0,3 %.
Además, dijo que en 2015 los países de la región se contrajeron 0,4 %, lo que representa una reducción del 1,5 % del PIB por habitante, la tasa más baja desde 2009. Más datos sobre la realidad del país y las estrategias del Ejecutivo fueron publicadas por el portal Notimundo.com.ec, el 11 de enero pasado, en el artículo: ‘Ecuador se prepara para un 2016 complejo’.
Los datos del Banco Central, retomados por Cordes, afirman que, en noviembre de 2015, las exportaciones de petróleo registraron 374 millones de dólares, una contracción de 11 %, en relación con octubre del mismo año (46 millones de dólares). En el mismo período, la producción total se redujo en 3 %. En términos interanuales, la producción de crudo se contrajo en 5 %. Y los ingresos por exportaciones se disminuyeron 59 %. Es decir, en el undécimo mes de 2015 se comercializaron 531 millones de dólares menos que en el mismo mes de 2014.
Al hablar del país, Muñoz explica que “el Gobierno está haciendo algo que debió hacerlo hace tiempo: empezar a ver por fuera qué más hay. No descartaría un posible acuerdo con el FMI. A pesar de las señales que se ha dado de direccionar el barco, es un proceso que lleva su tiempo, los resultados no se verán de forma inmediata. Considero que una alternativa a corto plazo sería reducir el gasto corriente, al disminuir el tamaño del Estado”.
La Inversión Extranjera Directa (IED) es otra opción. En los mismos datos expuestos por Cordes se expone que “en el tercer trimestre de 2015, la IED que llegó al Ecuador sumó 246 millones de dólares. El flujo de IED, en los tres primeros trimestres de 2015 fue de 516 millones de dólares”.
Al compararlo con los países de la región, los datos indican que Perú recibió por este rubro, durante el mismo período, 2 290 millones de dólares y Colombia, 2 401 millones de dólares.
Para concluir, Wilson Araque, economista y catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, indica: “Los tres países andinos dependen de los costos del crudo. La pregunta es: ¿cómo ha incidido en cada uno de ellos? El más afectado es, sin duda, Venezuela, ya que el 90 % del total de los ingresos por las exportaciones del país caribeño dependen del petróleo. En el caso de Ecuador es aproximadamente el 52% y en el caso de Colombia, el 53% (2014)”.
“Por tanto, no es un problema solo de sus gobernantes. Es un problema estructural que se ha mantenido durante muchos años en Venezuela. Ecuador y Colombia si cuentan con ingresos por exportaciones no petroleras”.
Colombia, además, posee con un “buen soporte industrial, diversificación de su producción, programas de mejoramiento competitivo, tiene moneda propia y mayor IED, etc. Nosotros no tenemos la posibilidad de devaluar la moneda y esto nos dificulta colocar los productos en el exterior”, comentó Araque.
Las medidas que Ecuador ha tomado se iniciaron a mediados de 2014 y 2015, con el objetivo de evitar la salida de dólares. “El problema ya estaba presente cuando se tomaron alternativas. Se pudo haber trabajado de mejor manera antes con el sector privado, la economía funcionó desde el público. Hay algunas interrogantes, como en qué condiciones se ejecutarán los proyectos que se están llevando a cabo (hidroeléctricos y mineros). El desafío es mantener la dolarización. Hay que salir adelante. Este año también es electoral y eso crea nerviosismo”, concluyó.
