Esa observación se realiza debido a los registros de los mareógrafos que operan en la costa continental e insular, así como de las boyas de detección de tsunamis ubicadas frente a esta costa. “Se ha podido determinar fluctuaciones del nivel del mar asociadas a ondas residuales del tsunami provocado por la erupción volcánica”.
Este hecho se produjo tras la erupción del volcán submarino Hunga-Tonga, en el oceano Pacífico.
Según el último informe del Inocar, estas variaciones tienen una tendencia a disminuir en las próximas horas.
Este instituto recomienda mantener precaución en la ejecución de actividades productivas y de recreación en el borde costero continental e insular.
Además, que los habitantes y turistas, que estén en estas zonas, se mantengan atentos y cautelosos sobre el estado del mar.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK