En Guayaquil, la Policía y la Gobernación del Guayas han admitido que existe una demora en el levantamiento de fallecidos.

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Tres días. Ese fue el tiempo que una familia guayaquileña tuvo que esperar para que agentes de la Policía hiciera el levantamiento del cadáver de uno de sus tíos.

El hombre, de 79 años, falleció el martes pasado en su vivienda, ubicada en el sur de la ciudad. El diagnóstico de la muerte aún es desconocido, pero sus allegados tienen sospechas de que fue contagiado de coronavirus.

Una de sus sobrinas dijo que una semana antes de fallecer, su tío les había contado que perdió el sentido del gusto. Los últimos días también tuvo tos y fiebre.

“Él fue al centro de salud y lo regresaron a su casa. Solo le dieron paracetamol. Después de dos días, su hijo lo encontró sin vida en la casa. Mi tío murió solo”, relató.

Desde ese momento, la familia llamó más de 10 veces al 911 para que se llevaran el cadáver, pero nadie llegó hasta las 12:30 del pasado viernes 27 de marzo.

El caso de esta familia no es aislado. En Guayaquil, la Policía y la Gobernación del Guayas han admitido que existe una demora en el levantamiento de fallecidos.

Una causa de esta problemática fue la falta de vehículos para que Medicina Legal opere. Según Tannya Varela, general de la Policía, antes de la emergencia sanitaria en el Puerto Principal solo había uno de estos carros especiales. Por eso, el miércoles se ordenó que tres de estos equipos sean trasladados desde Quito.

El hombre contó que el jueves en la noche llegaron dos policías vestidos de civil, en un auto. “Me dijeron que lo iban a retirar en ese carro, pero luego vieron que el cuerpo no alcanzaba en la cajuela y se marcharon. Ahora seguimos con el cuerpo y cada vez esto se vuelve más doloroso”, repetía.

Un drama similar vivía ayer la familia de una mujer de 95 años en el sur de la ciudad. Ella falleció la noche del jueves y sus parientes también tienen sospecha de que tenía coronavirus.

Su nieto relató ayer que pese a las llamadas insistentes a la Policía, ninguna patrulla llegaba a su vivienda. “Somos ocho personas aquí en la casa. Dos presentan fiebre y tos. Nadie nos ayuda”, comentó.

En tanto, los casos de fallecimientos diagnosticados como covid-19 ya han sido analizados por el Gobierno. El vicepresidente Otto Sonnenholzner adelantó, en días anteriores, que conversó con el Municipio de Guayaquil sobre la posibilidad de habilitar un camposanto.

Ayer, se conocieron detalles de ese anuncio. Gustavo Zúñiga, director de Seguridad y Justicia del Municipio de Guayaquil, indicó a Ecuavisa que se está concretando un convenio con el Gobierno para “aliviar este problema de la ciudad”. Adelantó que tendría capacidad para 300 víctimas de covid-19.

En la tarde, la alcaldesa Cynthia Viteri confirmó que el Gobierno le solicitó un terreno para adecuarlo como cam­posanto, en el marco de la ­crisis sanitaria.

Los puso en contacto con la Junta de Beneficencia y “dejo en claro que la decisión del camposanto es responsabilidad de las autoridades nacionales”, añade.

Otro convenio que actualmente está en marcha es sobre la cremación de los fallecidos. El Municipio, la Junta de Beneficencia de Guayaquil y Jardines de la Paz son las instituciones que llevarán a cabo esta tarea.

La idea es que las familias no tengan que pagar por este servicio, que normalmente tiene un costo de USD 1 300. Estas iniciativas se generan especialmente en Guayas, debido a que es la provincia más afectada por la pandemia.

Hasta ayer, en 16 de los 25 cantones ya sumaban 1 202 casos positivos. De las 41 muertes por covid-19 que hay en el país, 25 ocurrieron en Guayas.

Militares y policías continúan con los operativos de control en las vías y barrios del Puerto Principal. Ayer hubo rígidos controles en las zonas comerciales de sectores populares, como la Entrada a la 8 y Peca, donde la movilidad de personas en horarios de abastecimiento no disminuye.

Desde las 16:00 se realizó un megaoperativo por tierra y aire. Otras operaciones logísticas de los militares se activan. La FAE habilitó ayer un vuelo humanitario para llevar alimentos y medicinas a Galápagos y planifican nuevos puentes aéreos para abastecer a las islas.

Fuente: El Comercio- Nota Original: LINK