A su criterio, es imprescindible analizar las distintas aristas de lo ocurrido en las últimas horas, respecto de las actuaciones de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional. Una de las primearas conclusiones, dijo, es que la mesa legislativa no estuvo a la altura de una investigación «seria» a la máxima autoridad de la Fiscalía General del Estado.
La politización en este proceso fue el marco en el que se quiso actuar, según Molina, y en este sentido no se pudo configurar una verdadera fiscalización a Diana Salazar. Por el contrario, agregó, se trató de una vendetta política por parte de la Revolución Ciudadana. Esto por los casos que envuelven a varios de sus militantes.
Molina explico que, en una democracia sólida, la cual no existe en el país, este tipo de procedimientos deben ser tratados con seriedad; además, insistió que ningún funcionario, por más simpatía que goce, está exento de los procesos de control de las autoridades. «Ella (Diana Salazar) debe ser investigada, pero de forma seria», acotó.
Por otro lado, lamentó que en Ecuador se haya implantado una política de «criminología mediática», donde los juicios que avanzan son los que implican un «shock» en la sociedad.
«Se piensa que la Fiscalía es heroica, pero la realidad es otra: se ha seleccionado ciertos casos, mientras que sigue siendo lenta en el tratamiento de delitos comunes», expresó. La falta de modernización de la Fiscalía y las pocas respuestas que se da a los ciudadanos «de a pie», hacen ver que todavía queda mucho por hacer.
Manifestó que en las actuaciones de Salazar también tienen un cálculo político, por lo que, si existen casos de corrupción en el actual gobierno, las investigaciones no avanzarán, como ocurrió cuando Guillermo Lasso estaba en el poder, afirmó Molina.
Finalmente, el abogado consideró que el trabajo de la Fiscalía no debe solo enfocarse en casos mediáticos, sino dar respuestas a la ciudadanía.
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