Landázuri explicó que el consumo de los hogares mantiene un decrecimiento por ya varios periodos consecutivos, mientras que la inversión, tanto pública como privada, está caída en un 8% en términos interanuales.
Precisó que actualmente existen más impuestos que se recaudan, pero los mismos no retornan a la sociedad, sino que «el Estado sigue en una fiesta interminable, donde el gasto corriente consume cualquier esfuerzo de la sociedad». A su criterio, eso resulta insostenible.
La preocupación se mantiene, según Landázuri, debido a que el gasto corriente incluso ha aumentado. Por ello, consideró que se deben adoptar nuevos modelos de desarrollo, para que la reducción del tamaño del Estado no signifique el despido de personal, sino tratar de priorizar la eficiencia en distintas áreas. A esta situación se suman los apagones y la inseguridad, lo que da como resultado que este año el Ecuador decrecerá en 2024 en 1,6%, según el Banco de América.
Si no cambian los esquemas de cómo se dinamiza la economía de manera «sana», es decir, promoviendo la inversión, las condiciones del país no mejorarán, alertó.
