El pasado lunes, tres extranjeros venezolanos fueron ajusticiados por comunidades indígenas en Otavalo. A ellos se los acusó por haber robado un auto. El castigo que recibieron fue criticado en redes sociales. «El límite de la justicia son los Derechos Humanos«, indicó Llasag.
Además, el constitucionalista indicó que no hay cifras certeras de cuántas veces se ha aplicado estos castigos en las comunidades. No obstante, señaló que lo que se muestra en la prensa es «solo una parte» de lo que ocurre. «No hay justicia perfecta. Para entender el castigo indígena se lo debe analizar desde lo antropológico«, sentenció Llasag.