«Tendremos un país debatiendo otros problemas, compitiendo en la política por otros problemas y yo creo que una gran ganancia va a ser esa, después del fin de la violencia que es lo principal, claro», afirmó Valencia en una entrevista con EFE en la Casa de América.
Según el exguerrillero, que militó en las filas del ELN hasta 1994, otro de los grandes aportes de las negociaciones de paz es «la división de las élites políticas colombianas entre los que apoyaron los acuerdos y quieren modernizar al país y los que están en contra y quieren mantenerlo todavía en el siglo XX».
«Posibilidades de cambios grandes puede que no los haya ahora, pero quizá después, porque la gente ya se estaba cansando de la persistente desigualdad social, la corrupción, y unas élites políticas tan ancladas en el pasado y tan dispuestas a mantener su ese estatus quo», dijo.
Pero para ello, apuntó Valencia, los colombianos necesitan confiar en que la paz es posible. «Como ha habido tanta controversia alrededor de este acuerdo de paz existe cierto escepticismo, la gente lo mira como con desconfianza.
Todavía no hay un entusiasmo enorme. Solo algunos sectores que nos habíamos comprometido con que había que detener esta guerra lo estamos, pero el grueso de la población no», explicó.
Valencia se mostró convencido de que las negociaciones con el ELN llegarán a buen término y, al igual que lo sucedido con los acuerdos de paz con las FARC, «serán irreversibles».
«Yo creo que el cese temporal de las hostilidades por parte del ELN -que se inicia el 1 de octubre hasta el 12 de enero de 2018- se va a prorrogar. Hay una relación directa entre los avances en la Mesa y el cese de hostilidades. Si avanza la Mesa, el cese se consolidará», pronosticó.
En su opinión, el ELN «está siendo empujado por las circunstancias» y esas circunstancias son los acuerdos con las FARC, la presión internacional a que no continúe la guerra, y el mensaje del papa Francisco en su visita a Colombia. «El Papa fue a Colombia a enviar un mensaje de paz muy fuerte y él en ese mundo del ELN es muy reconocido.
Es una guerrilla que ha tenido mucha influencia religiosa y este es un Papa más abierto, progresista, que conoce las necesidades de la región», señaló.
A esas circunstancias, Valencia suma la proximidad de la campaña electoral presidencial en Colombia como factor fundamental para que las negociaciones con el ELN se agilicen.
«Seguramente el proceso no se terminará antes de las elecciones, pero si quieren que esto tenga éxito tienen que darlo como irreversible al momento de que llegue otro presidente.
De eso es consciente el ELN, no es tan fácil comprometer a un nuevo Gobierno en un proceso de paz si no hay certeza de que se va a terminar con éxito», concluyó.
Fuente: El Comercio