El Gobierno Nacional incrementó el salario básico en Ecuador, con lo que para 2023 será de USD 450. En Notimundo al Día, Juan Rivadeneira, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), consideró que la medida responde a un ofrecimiento de campaña y no a criterios técnicos. Alertó que esta no será la solución para mejorar los índices de empleo adecuado en el país.

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En Notimundo al Día, Juan Rivadeneira, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), señaló que las preocupaciones de muchos pequeños y medianos empresarios giran en torno a lo que implicará el incremento salarial decretado por el Gobierno, para el próximo año. Esto debido a que los costos también se incrementarán y podría resultar contraproducente debido a que se deberá priorizar si se mantiene al personal que colabora con el negocio o si se continúa invirtiendo en rubros como el de la publicidad.

Rivadeneira enfatizó que el criterio bajo el cual se definió el alza fue el cumplimiento de una oferta que se hizo en la campaña electoral, que consiste en ubicar a esa remuneración en USD 500 hasta el fin del período presidencial, pero dejando de lado criterios técnicos que avalen la medida. Asimismo, expresó que la división de criterios, a favor y en contra, que existen con este incremento, responde al apoyo de quienes recibirán un monto económico adicional pero también la preocupación por parte de los empleadores, que deberán destinar más recursos al pago de salarios.

Indicó que, si bien la macroeconomía presenta un balance positivo, las cifras del mercado laboral no logran despegar. «Desde hace un buen tiempo, es un número cercano al 30% quienes tienen un contrato de seguridad laboral que les permite tener su salario a fin de mes», apuntó Rivadeneira, pero insistió en que, si el aumento de sueldo cada año hubiese sido la solución, ese porcentaje sería mucho mayor.

El director de la CCQ explicó que en países como Chile, donde el salario básico es menor, la productividad por trabajador supera los USD 60 mil, mientras que en Ecuador la cifra se acerca a los USD 24 mil. Por ello, resaltó que el desafío real consiste en comprender cuáles son los mecanismos que necesarios para dinamizar el mercado laboral. «Hay cifras que no resisten posiciones políticas», acotó.

Finalmente, manifestó que la visión de los empresarios es compartida «en una buena cantidad de casos» con el Gobierno, en temas como la necesidad de llevar a cabo una reforma laboral para atacar el problema, donde apenas un tercio de los ecuatorianos tienen un contrato de trabajo con el cual puedan tener estabilidad. «Lamentablemente, la polarización política, especialmente en el Legislativo, impide un cambio en las reformas que permitan que se puedan contratar más trabajadores», puntualizó.

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