La muerte de la reina Isabel II ha conmocionado no solo a Reino Unido sino a todo el mundo que ha reconocido su legado por ser la monarca que ha permanecido 70 años en el poder. En NotiMundo A La Carta, Miguel Molina, docente de la Escuela de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la UDLA, aseguró que el fallecimiento de la reina Isabel II no va “repercutir” en temas geopolíticos pero si en términos de historia, cultura y medios.

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“Institucionalmente no tiene que haber un revuelo. Los mercados internacionales y la economía británica no van a entrar en crisis. Simplemente hay un cambio de monarca que se llevará con todo el protocolo del caso”, dijo Molina quien agregó que la reina Isabel II, como persona, será difícil de sustituir en la cultura pero a nivel institucional.

Miguel Molina resaltó el liderazgo de la reina Isabel II bajo el concepto de libertad. “Ella ha encarnado un modelo de gobierno, en la democracia occidental, que se opuso en su momento al nacismo”, dijo y explicó que, durante su reinado, el Reino Unido se distanció y se paró firmemente frente a las violaciones de Derechos Humanos del régimen soviético; además, Reino Unido también se ha apartado y ha cuestionado el extremismo terrorista islámico.

“Ha encarnado la idea de democracia occidental donde lo que prima es la libertad”, recalcó Molina y ejemplificó que, en este momento, un inglés es “más libre” que una persona que vive en Nicaragua.

Molina recordó que, aunque el accionar de la reina estaba limitado por su rol constitucional el cual es simbólico, no podía ser, por ejemplo, una activista ni pronunciarse sobre algunos hechos relevantes. Sin embargo, ella apoyó a ciertas causas e iniciativas enmarcadas en los derechos de las mujeres.

Para Molina, la reina Isabel II fue un personaje mundial importante que ha tenido un enorme impacto en la cultura occidental. Además, recalcó que fue una figura clave en el contexto de la guerra fría y de la reconfiguración del mundo a partir de eso.

Finalmente, manifestó que, a largo plazo, las monarquías “tienen los días contados”. No obstante, reconoció que el Reino Unido es una monarquía constitucional, democrática y que, aunque en algún momento se pude terminar, esta habrá dejado un país que, durante los últimos siglos, logró dotar de derechos constitucionales a sus ciudadanos.

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