Con la nueva Ley Orgánica de Simplicidad y Progresividad Tributaria los estudiantes que mantenían deudas por educación pueden acogerse a la remisión de los intereses de las mismas. El monto a condonar por este beneficio asciende a USD 13,3 millones.

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Con la nueva Ley Orgánica de Simplicidad y Progresividad Tributaria (LOSPT) los estudiantes que mantenían deudas por educación pueden acogerse a la remisión de los intereses de las mismas.

El monto a condonar por este beneficio asciende a $ 13,3 millones y la cartera que será recuperada llega hasta los USD 53 millones. Serán 9.000 los deudores beneficiados con sus 9.000 garantes, explicó Agustín Albán, titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Para los jóvenes que padezcan de alguna enfermedad catastrófica o que hayan perdido a sus padres, en cambio, la ayuda implicará la condonación total de la deuda, incluido el capital. Dentro de este grupo se encuentran 67 personas, lamentó el presidente Moreno.

El trámite, explicado por Albán, comprende el pago de al menos el 20% como adelanto. La deuda la podrán diferir hasta 20 años de plazo, de acuerdo a la capacidad de pago de cada deudor.

A cambio podrán levantar el régimen de coactiva y borrar el historial crediticio negativo para acceder a otro tipo de créditos. Incluso la ley “libera a quienes fueron garantes para normalizar la actividad económica de todas estas familias que le apostaron a la educación”, resaltó Albán.

La norma fue celebrada por los becarios. Jeannina Saa, representante, agradeció que el Ejecutivo haya acogido el pedido y trabajado en conjunto. “El Gobierno se obstinó porque estábamos claros en que era una ley justa”, recalcó el Presidente.

Para Carlos Jaramillo, coordinador de padres de familia de los jóvenes, ahora se viene un nuevo reto: la reinserción laboral de aquellos estudiantes que están realizando préstamos para sus estudios. Eso exactamente criticó el Presidente, quien aclaró que los créditos para estudiar en el extranjero permitieron la formación de profesionales, pero la falta de planificación impidió su reinserción laboral.

Fuente: El Telégrafo, nota original: LINK