Los Estados miembros de la Unesco cuentan desde ahora una guía para “afrontar de manera responsable los efectos conocidos y desconocidos de la inteligencia artificial en los seres humanos, las sociedades y el medio ambiente y los ecosistemas”. Ese es el objetivo de la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, una suerte de declaración universal para el uso de estos sistemas que durante la conferencia general celebrada este miércoles fue adoptada por los 193 países del organismo.
La guía contempla los principios que deben inspirar el desarrollo de tecnologías tan controvertidas como el reconocimiento facial y aborda también temas menos polémicos, como el potencial efecto de los sistemas de recomendación sobre la diversidad cultural o lingüística.
“Este texto establece por primera vez un marco normativo mundial para el uso de la inteligencia artificial. Se basa para ello en tres pilares: el respeto de los derechos humanos, el Estado de Derecho y la lucha contra la discriminación”, explica Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
Escucha los detalles: