Las acciones de las tecnológicas más grandes están cayendo y el valor de las compañías startups se está reduciendo radicalmente.
Sin embargo, hay dos negocios positivos este año: drones y la realidad virtual.
En la feria de tecnología Consumer Electronics Show (CES) en Las Vegas el mes pasado, quedé impresionado por el número de cabinas rodeadas por redes para que los fabricantes pudieran presumir sus drones dentro del auditorio.
En la feria quedó claro que con respecto a los drones China está ganando. Sus regulaciones mínimas —en completo contraste con reglas más estrictas en Estados Unidos— están ayudando a cosechar los beneficios del mercado de los drones, pues se pronostica que llegará a ser de casi 6.000 millones de dólares para el año 2020.
La empresa china DJI, más conocida por su drone Phantom de 699 dólares, es ahora el fabricante de aviones no tripulados más grande del mundo y un símbolo del éxito de Shenzhen, – el Silicon Valley de China.
«Si nos fijamos en el mercado de teléfonos inteligentes, se encuentra en una etapa posterior de la madurez. Hay un gran nivel de competencia e incluso se habla de que se acerca a la saturación», dice el director de comunicaciones globales de DJI, Adam Namberg. «Eso es muy diferente del mercado de los drones. La necesidad profesional para estos sistemas está aumentando en la agricultura, los servicios de búsqueda y rescate, la extinción de incendios y la inspección industrial».
A pesar de la desaceleración de la económica de China, sus compañías de drones siguen adelante y se están expandiendo a nuevas áreas. DJI está por lanzar drones con cámaras térmicas, para detectar el calor de los cuerpos humanos en misiones de rescate. Se contrasta con GoPro, con sede en California, que apenas recientemente anunció planes para su propio drone, pero todavía no tiene una fecha de lanzamiento.
Otra empresa china, eHang, ya está probando drones suficientemente grandes como para llevar a seres humanos. Además, el sistema es totalmente automatizado, por lo que la persona que está sentada no necesita tener conocimientos de pilotaje.
A diferencia de los drones, la realidad virtual todavía no ha llegado a ser un mercado de consumo masivo, pero todo podría cambiar con el muy esperado lanzamiento del casco Rift de Oculus en marzo.
Cuando Facebook adquirió Oculus por 2.000 millones de dólares en 2014, abrió el camino a la realidad virtual para convertirse en un mercado de consumo masivo.
Oculus ahora ha contratado a algunos de los mejores desarrolladores de videojuegos del mundo. No solamente eso es un gran logro para Facebook, sino también para la realidad virtual en general, porque los analistas creen que la industria del videojuego será el primer mercado al que vencerá la realidad virtual (conocida en inglés por sus siglas VR).
Las tecnológicas más grandes del mundo también están aumentando sus inversiones en la realidad virtual en 2016. Apple está adquiriendo empresas de VR y les está quitando empleados a las mejores firmas. Además, Google está trabajando en un dispositivo de mayor calidad que Google Cardboard, su casco económico hecho de cartón que ya está en el mercado.
A pesar de los nervios por el desempeño de los mercados de 2016, la industria de los videojuegos y Hollywood están invirtiendo en la realidad virtual y en los drones para mantener su contenido relevante y competitivo. El apetito de estas industrias dirija la mirada de los inversionistas de redes sociales y teléfonos inteligentes hacia las innovaciones que aún están por venir.