A una semana de la tragedia causada por el aluvión del 31 de enero, la vida en La Gasca y La Comuna continúan a paso lento pero firme. Amparo Sigcha, periodista y moradora de la zona cero, resaltó que la ayuda comunitaria fue fundamental para salvar vidas y bienes de los pobladores.

Créditos: Quito Infoma

En Notimundo al Día, Amparo Sigcha, periodista y moradora de la zona cero de La Gasca, consideró que la ayuda del Municipio llegó tarde y mal, pues las labores de rescate iniciaron desde la propia ciudadanía. «Ahora es que conocen de la existencia de La Comuna, cuando este es un barrio milenario, con muchas necesidades y que prácticamente ha sido abandonado», comentó.

Sigcha recordó que la noche de la tragedia, los bomberos que llegaron a la zona lo hicieron más de una hora después de iniciado el aluvión. «En medio del lodo y la oscuridad, los vecinos se metieron a buscar a la gente, y quienes se salvaron fue gracias a ellos», acotó. Asimismo, denunció que el primer escuadrón de los bomberos «no quiso ni ensuciarse el uniforme».

Por esa falta de acción oportuna, Sigcha cree que deben haber más de 28 fallecidos, que es la cifra oficial del Municipio de Quito. «Creemos que si venían con grandes luminarias se hubieran salvado más vidas», acotó. De igual forma, reconoció que la ayuda de las donaciones sí llegó, pero no fue coordinada con los moradores, por lo que «se fue para otros lugares».

Sigcha denunció que la atención de las autoridades no ha sido oportuna, pues «todavía no terminan ni de limpiar los sumideros». Asimismo, manifestó que falta ayuda para el levantamiento de paredes y restablecimiento de comunicaciones. «En mi casa no tenemos internet hasta ahora», puntualizó.

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