En Notimundo A La Carta, el expresidente Lenín Moreno, confirmó que sí regresará al país, probablemente la siguiente semana, para enfrentar el proceso que se sigue en su contra por presunto cohecho en el caso Sinohydro. Asimismo, negó haber pedido asilo en Paraguay y confirmó que este procedimiento es desproporcionado pues se trata de una “persecución feroz” por actuar contra el correísmo y evitar una “dictadura perpetua en Ecuador”.

Créditos: Primicias / Presidencia/Flick

Pese a que el expresidente aclaró que su retorno al país depende de la decisión de sus médicos debido a su estado de salud, insistió en que no tiene nada más que decir a la Fiscalía pues durante su gestión no tuvo nada que ver con el proyecto Coca Codo Sinclair.

Para Moreno, la disposición del juez Adrián Rojas, de la presentación periódica y la de su esposa cada 15 días en las instalaciones de la Corte Nacional de Justicia, es una “medida inhumana” porque no se consideró que él es una persona con discapacidad. Además, calificó al pedido de Fiscalía como “desproporcionado” y que “no corresponde a la legalidad jurídica”.

De acuerdo con el exmandatario, las acusaciones en su contra son mentiras que “tratan de afectarle” esto porque, según dijo, “nunca antes en la historia del Ecuador ha existido un caso en el cual la justicia acusa a toda la familia de una persona que ha ejercido las más altas dignidades del Estado”. Por esa razón, afirmó que “hay mucha perversidad, esta no es una investigación, esta es una persecución”, rechazó.

Moreno también cuestionó que no se haya investigado a los “realmente responsables”, es decir, quienes tenían la potestad de cumplir las disposiciones del expresidente Rafael Correa. “Él nunca me encargó ninguna función relacionada con bienes y proyectos estratégicos”, dijo y señaló estar seguro que nadie de su familia ha participado en la recepción de sobornos.

En este marco, rechazó que la investigación de Fiscalía no se dirija al expresidente Correa que era quien presidía el Comité de Deuda y el de viabilidad del proyecto Coca Codo Sinclair o a Jorge Glas, que estaba encargado de los proyectos estratégicos.

Aunque Moreno insistió en que jamás habló con Correa sobre proyectos en sectores estratégicos, recordó que un día le visitó el embajador de China (Cai Runguo) y le dijo: “vicepresidente ¿podría se tan gentil en comunicarle al presidente Correa que su planteamiento de financiamiento para el proyecto Coca Codo ha sido aprobado?”, indicó Moreno y justificó que recibió este mensaje porque el país estaba a la expectativa de recibir esa noticia. Esto fue transmitido al expresidente y él habría “dado las disposiciones respectivas” pero no a Moreno, según recalcó.

Moreno manifestó que el proceso en su contra es una venganza del correísmo por su decisión de terminar con un período “autoritario” y aseguró que él sabía que “se venía una persecución feroz para tener una cabeza visible en quien se puedan observar todas aquellas personas que piensen en actuar contra el correísmo y contra el socialismo del siglo XXI, en impedir las dictaduras perpetuas.

Finalmente, según el expresidente, lo dicho a lo largo de esta entrevista fue “su verdad”. Expresó su confianza en que las acusaciones en su contra y de su familia se prueben y aclaró, una vez más, que “nunca” habló sobre el proyecto de Coca Codo Sinclair con el expresidente Rafael Correa. Sobre el destino de los USD 76 millones que Sinohydro habría entregado en sobornos, Moreno dijo que habría que consultar a las personas a las cuales les llegaron los cheques y las transferencias.  

Escucha la entrevista completa aquí: