El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que el gobierno de Estados Unidos arremete contra los gobiernos de izquierda de América Latina con el fin de derrocarlos.

EFE

“Es una arremetida imperial, es una arremetida continental de las oligarquías y la derecha pro imperialistas contra todos los líderes, gobiernos y movimientos populares, progresistas, de izquierda revolucionaria”, dijo el mandatario venezolano durante un acto público en la capital del país.

Desde el Palacio de Miraflores, casa de gobierno, donde arribó una movilización de la clase obrera, Maduro consideró que las acciones de desestabilización en la región se inscriben dentro de “un nuevo Plan Cóndor” dirigido por el “imperio estadounidense”, para desaparecer a las fuerzas populares progresistas de América Latina.

“Con Dilma (Rousseff) en Brasil, con Evo (Morales) en Bolivia, con (Rafael) Correa en Ecuador, con Daniel (Ortega) en Nicaragua y con todos los pueblos y movimientos sociales de América Latina, Venezuela va a luchar por su derecho a tener un camino soberano, independiente, profundamente humano y popular”, afirmó el presidente en transmisión de Venezolana de Televisión.

El jefe de Estado denunció que la oposición en Venezuela desarrolla un nuevo plan “golpista”, como el que ejecutaron contra el presidente Hugo Chávez en abril de 2002, algo “que no podemos permitírselo, (actuemos) con mano de hierro, con pueblo en la calle, con justicia, con consciencia movilizada y multiplicada”, reiteró.

El imperialismo “ha dado la orden de acabar con la Revolución Bolivariana”, señaló al referirse a la movilización “Toma de Caracas” que planea la derecha para el próximo 1 de septiembre.

Maduro llamó a la consciencia a la clase obrera de Venezuela a que se mantenga movilizada en las calles de la capital para garantizar la paz de la nación y “enfrentar los planes golpistas de la derecha venezolana, que está arrodillada a los intereses del imperio”.