El mandatario mostró en la televisión estatal dos tarjetas con unas pequeñas piezas doradas con el sello del instituto emisor, y dijo que en pocos días comenzarán a ofrecer en moneda local ese oro a la población.
La oferta forma parte de un programa de medidas económicas con las que Maduro intenta mejorar los ingresos públicos y sacar a la nación petrolera de una larga recesión e hiperinflación, aprovechando las reservas de oro del país.
Bajo el férreo control de cambios vigente desde hace más de una década, son mínimas las alternativas de inversión que la población tiene para protegerse de las devaluaciones de la moneda venezolana.
“Tengo varias miles de piezas en oro para que el pueblo venezolano ahorre en oro”, sostuvo Maduro en una reunión con líderes del partido gobernante, PSUV.
“El lingotico de 1,5 gramos va a costar 3.780 bolívares para el plan de ahorro de todos los trabajadores”, anunció el presidente, sin dar detalles de cuando comenzará a venderlos. La otra pieza, de 2,5 gramos, tendrá un precio de 6.300 bolívares.
El Gobierno quiere que jubilados, amas de casa, empresarios y profesionales de la clase media compren las piezas de oro luego de que Maduro ordenó aumentar el salario mínimo a partir de septiembre, una medida que representa una enorme carga para las firmas del país bajo la crisis económica.
Los lingotes de oro provienen de Guayana, explicó Maduro, la zona de mayores reservas de ese metal precioso donde el Banco Central de Venezuela (BCV) viene comprándolo a la pequeña minería, según las autoridades.
Maduro también reiteró que está trabajando en un aumento de precio de la gasolina local, actualmente la más barata del mundo, que se empezará a cobrar de manera progresiva en una fecha que dará a conocer la próxima semana.