Hoy, en su gira por algunos países de Europa, María Alejandra Muñoz firmó una carta de compromiso de cooperación interinstitucional con el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas con el director Ejecutivo Adjunto, Amir Abdulla y con el director Regional para América Latina y el Caribe, Miguel Barreto, en Roma - Italia.

María-Alejandra-Muñoz
Créditos: Secretaría de Comunicación

La carta persigue tres objetivos: establecer planes específicos para desacelerar los daños del COVID-19 en condiciones de vida con enfoque en los 6 cantones priorizados por altos índices de desnutrición crónica infantil, implementar, a través de la colaboración público-privada, la iniciativa comida con causa, que implica una concientización y educación sobre hábitos alimenticios en el Ecuador.

Además, lograr apoyo directo a la iniciativa de la Vicepresidencia de la República sobre implementar comedores populares en zonas específicas de inseguridad alimentaria y apoyo técnico para las iniciativas privadas existentes en la lucha contra el hambre.

«Nuestro interés es que el PMA se sume a una focalización adicional, en términos de desnutrición crónica, siendo que el Ecuador tiene esta circunstancia», dijo Muñoz.

La Vicepresidencia, con el apoyo Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), realizó una medición de los impactos del COVID-19, después de detectar que los índices de desnutrición crónica infantil (DCI) condenan a la pobreza al 23 % de los niños menores de 5 años en el país.

Como parte de este programa, se priorizaron los cantones Taisha, Arajuno, Guamote, Guaranda, La Libertad y Santa Elena, que tienen los índices más altos de desnutrición crónica infantil en Ecuador. En estos lugares, la Vicepresidencia realiza despacho “itinerante” y, por cada cantón, se creó un Centro de Gestión de Alto Nivel que integra la oferta de paquetes para atender la DCI con la demanda calculada por madre y por niño, para garantizar la prestación adecuada y efectiva de los servicios.

Ecuador registra la segunda tasa en América Latina y el Caribe con desnutrición crónica infantil.

Nota Original: El Universo – LINK