El estudio de mujeres ejecutivas realizado anualmente por Deloitte, tiene como finalidad obtener una medición entre las principales empresas del país, del impacto de las mujeres ejecutivas en el mercado laboral ecuatoriano. Participaron en el estudio 195 empresas nacionales y multinacionales de varias industrias que en promedio emplean a 3,550 personas.
De la muestra analizada, un 42% de los participantes, afirma que tienen de 0 a 50 mujeres en su empresa; un 22% de 50 a 100 son mujeres; un 16% de 100 a 200 mujeres, por último un 12% opina que más de 300 personas son mujeres.
De acuerdo a nuestra muestra, únicamente un 5% de mujeres ocupan la posición de presidente, al compararlo con el año pasado registra un incremento (3%). En Vicepresidencia sube a un 8% (igual que el año anterior), en Gerencia General a un 12% (frente a 13%) mientras que mujeres accionistas un 22% (frente a 18%). A excepción de la gerencia general, todas las posiciones indican mayor participación de mujeres. Por otro lado, un 53% de las mujeres ocupan otro tipo de posiciones en las empresas frente al 58% del año anterior.
Del porcentaje de mujeres en las organizaciones, un 65% de los encuestados opina que tienen hasta 10 ejecutivas en puestos estratégicos de mando medio y alto. Un 18% registra de 10 a 20 mujeres en puestos ejecutivos, mientras que un 10% de 20 a 30 mujeres. Únicamente el 3% registra que más de 30 mujeres entre su personal ocupan puestos estratégicos de nivel medio alto y alto. A pesar de tener mejores índices que el año anterior, continúa la tendencia del predominio de ejecutivos hombres en cargos ejecutivos.
La edad aproximada de aquellas ejecutivas que ocupan puestos estratégicos en su mayoría (46%) oscila entre 40 y 45 años; mostrando mayor diferencia con aquellas que tienen entre 30 a 35 años (39%). Frente al año pasado, la tendencia de porcentajes era casi la misma entre los dos rangos de edades. Por otro lado, un 11% oscila entre los 45 y 50 años, un 2% desde los 50 hasta los 50 años de edad lo cual se alinea con la tendencia del mercado de tener ejecutivos cada vez más jóvenes.
Las áreas donde se destacan las mujeres ejecutivas son principalmente el área de Finanzas (24%) y Recursos Humanos (22%), manteniendo resultados similares a los del año pasado. El área de Ventas mantiene un (14%) y Marketing con un (9%). Le siguen Otros que representan la dispersión entre varias áreas (10%) y más distanciado Producción (6%), Logística (7%), Gerencia General (4%), Tecnología (3%) y Vicepresidencia (2%).
Un 72% de los participantes registran que de 0 a 10 de las mujeres que ocupan cargos ejecutivos en un nivel medio alto y alto, son madres de familia. Un 23% asegura que de 10 a 30 mujeres que laboran en puestos estratégicos son madres. El 3% de los encuestados reportan que de 30 a 40 mujeres son madres de familia; por ultimo tan solo el 1% opina que más de 40 mujeres con cargos ejecutivos dentro de la empresa, son madres.
Se consultó a las empresas qué políticas de flexibilidad laboral tienen para madres ejecutivas. Destacan los permisos especiales relacionados con la familia con el 35% notando que incrementa positivamente frente al año anterior (19%). Le siguen el período de maternidad y lactancia que beneficios legales (28%). La flexibilidad de horarios (25%) y el trabajo desde casa un (12%) son beneficios que también se consideran. A pesar de que no todas las empresas tienen políticas establecidas, se muestran flexibles en cuanto a permisos, horarios, entre otros.
De acuerdo a las encuestas, el (64%) de las madres ejecutivas limitan sus carreras profesionales por buscar equilibrio entre el trabajo y la familia, mientras que un (36%) opinan que no lo hacen. Comparándolo con el estudio del anterior año, la diferencia de opinión registra una diferencia (Si 76% y No 24%), demostrando así que aunque lentamente, las percepciones de igualdad van cambiando.
Se consultó a los participantes, sobre las razones principales para que se den diferencias salariales; la primera radica en la cultura, es decir en la creencia de que los hombres deben ganar más que las mujeres (34%); no se valora de igual forma el trabajo (28%); algunas ejecutivas empiezan con sueldos iniciales más bajos y hay menos negociación (25%); y por último las remuneraciones y comisiones mayores a hombres (8%).
Sobre las oportunidades laborales, el 53% de los encuestados considera que la mujer en el Ecuador tiene las mismas oportunidades laborales que los hombres, mientras que el 47% opina que no poseen las mismas oportunidades, manteniendo dicha opinión la misma tendencia que el año pasado.
Si lo analizamos por sectores, el sector que más destaca es el financiero (71%). Le siguen con una diferencia el sector industrial (52%), el comercial (48%) y el de servicios (46%). Al compararlo con el año pasado, se destaca una mejoría en el sector de servicios donde la oportunidad de género ha incrementado notablemente (25% frente a 46%).
Sobre las políticas que se han implementado en los últimos cinco años para garantizar el bienestar laboral, un 40% de los encuestados contestaron que no han implementado ninguna política adicional a las exigencias legales (33% año pasado); mientras que un 21% respondieron que tienen beneficios varios entre guarderías, uniformes, lactancia prolongada; otro 17% implementó flexibilidad de horarios, permisos especiales y trabajo desde la casa, seguido por un 14% que opinó tiene establecida la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Un 6% remarca las capacitaciones.
Respecto a las políticas del Gobierno que ayudan a la inserción laboral y los derechos de las mujeres, un 55% de los participantes creen que no lo hacen, mientras que un 45% consideran que efectivamente sí. Al compararlo con el año 2014, la diferencia de opinión registra un cambio significativo (61% si, 39 % no). Los sectores comercial, industrial y de servicios se destacan por mantener tendencias similares entre ellos, mientras que el sector financiero muestra una tendencia contraria.
Según los participantes, existen factores que las mujeres valoran al momento de escoger sus carreras profesionales. El desarrollo profesional (27%) junto con el equilibrio de vida personal y laboral (26%) son los factores que más destacan; la estabilidad laboral (21%) y el salario competitivo (18%) le siguen, mientras que el prestigio de la compañía (5%), utilidades atractivas (2%) y pertenecer a una multinacional (1%) tienen porcentajes más bajos.