«Mientras primen los egos y vanidades, y seamos los ecuatorianos los que financiamos, por obligación, las campañas, tendremos este tipo de cuestiones». Así lo señaló Alarcón frente al escenario preelectoral en el país, donde las tiendas políticas ejecutan desde el 3 y hasta el 17 de agosto el proceso de democracia interna, donde se definen los nombres que irán a la papeleta.
Uno de los principales problemas, según Alarcón, es que quienes aspiran llegar a ocupar el sillón de Carondelet priorizan su anhelo, incluso sin importar qué movimiento o partido auspicie la candidatura. Lamentó que con esto se deje en un segundo plano el plan de gobierno y una propuesta concreta para resolver los problemas ciudadanos.
A su criterio, el proceso de democracia interno es «una ficción», pues en muchos casos es durante este período que «un grupúsculo» elige a alguien en representación de una mayoría partidista. «Los errores de fondo que tienen las organizaciones políticas son precisamente una de las causas reales y profundas de que nuestra democracia esté en crisis», añadió.
Recordó que el período actual es de transición, que en parte se convierte un proceso electoral continuo, donde el actual mandatario también aprovecha para llevar a cabo su campaña, pero no solo él, sino su equipo de trabajo.
En este sentido, lamentó que al Ecuador le espere «más de lo mismo», donde los principales cuadros persiguen intereses particulares. Sin embargo, recalcó que existe una gran responsabilidad ciudadana, para elegir los mejores cuadros y sobre todo conocer las propuestas que le convienen al país.
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