El asambleísta Nelson Serrano murió ayer víctima de un cáncer que le fue detectado hace 2 años.

Pese a ello, su actividad legislativa nunca declinó. De hecho, participó en la última sesión del Pleno, el 22 de diciembre, cuando se discutió la Ley de Tierras. La agricultura fue su especialidad y su bandera de lucha.

Eso lo sabe muy bien su compañero Mauricio Proaño, vicepresidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria que elaboró el proyecto. Aquel martes Serrano no pudo ponerse de pie para ofrecer su discurso debido a su enfermedad, pero eso no disminuyó su pasión. Su recomendación fue que no hay que dejar las cosas a medias y que hay que cumplir con el pueblo ecuatoriano.

El asambleísta fue abogado, agricultor y poeta, además de integrante de las comisiones de Fiscalización y Soberanía Alimentaria. En esta última mesa tuvo un rol importante en la construcción de la Ley de Recursos Hídricos y el informe para segundo debate. Estuvo pendiente de las necesidades del agro y del campesino, señaló Proaño. Su sueño era entregar al país un Código Agrario.

Eso lo motivó a participar en la consulta prelegislativa del proyecto de Ley de Tierras y en las socializaciones del cuerpo legal. Lo mismo hizo con la Ley de Recursos Hídricos en 2014. En esa línea su voz fue una de las más fuertes en la defensa de la Ley de Remisión de Multas, Recargos e Intereses para 48 mil pequeños agricultores. Pese a esos logros no tuvo descanso. El 4 de diciembre presentó el proyecto de Fomento y Desarrollo Agrario.

“Ha sido un gran compañero y un gran asambleísta. Su trabajo desde la Asamblea y desde otras áreas ha sido valioso y debe ser reconocido por el pueblo ecuatoriano. Siempre estuvo luchando con la gente que más necesitaba. Por ejemplo, apoyó el fortalecimiento de las cooperativas agropecuarias dentro del país y a nuestros migrantes”, recordó Proaño.

Serrano fue abogado gratuito de la Red Nacional de Familiares de Migrantes, desde donde impulsó casos en contra del coyoterismo y logró recuperar viviendas y bienes de ciudadanos que habían sido engañados.

“Llevo 7 años viviendo en Puerto Quito, dejé, no sin pena, las minas de materiales de construcción que poseía en Riobamba; ‘Cerro Negro’, ese nombre me trae el recuerdo de incansables días de trabajo”, reza en el perfil de su blog oficial.

En el salón Nela Martínez Espinosa de la Asamblea se instaló la capilla ardiente para rendir homenaje póstumo a Serrano. En la Plaza Juan Montalvo estuvo la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, para recibir el féretro.

Allí la Escolta Legislativa rindió honores con el toque de dianas y de inmediato ingresó al Salón del Pleno. Le acompañaron también los legisladores miembros de la Comisión de Soberanía Alimentaria.

Además estuvieron asambleístas, autoridades departamentales de la Legislatura, familiares, allegados y funcionarios de esta Función del Estado.

El féretro se ubicó al pie del estrado de la Secretaría. Los representantes de la Escolta Legislativa ubicaron la bandera del Ecuador en señal de honor al asambleísta.

El cuerpo fue velado en las instalaciones de la Asamblea Nacional hasta las 15:00, luego fue trasladado al Camposanto Monteolivo, en el nororiente de Quito, donde descansará en paz.

Debido a la muerte de Serrano, la sesión de la Asamblea prevista para ayer fue suspendida. En el orden del día estaba el primer debate de las reformas a la Ley de Economía Popular y Solidaria.