Para Echeverría, este nuevo entrampamiento continúa postergando la solución a los problemas que realmente preocupan a los ecuatorianos. En cuanto a la «mala conciencia», precisó que en efecto ha existido un acoso en contra de la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, y de su lado también se ha evidenciado una conducta impropia de una segunda mandataria.
«En esas condiciones, es natural que tengan temores; si es que hay una denuncia ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) y no se tramita de acuerdo con la ley, puede pasar cualquier cosa, y tienen razón para ponerse nerviosos», sostuvo.
Probablemente, añadió el analista, este «nerviosismo» motivó que «se meta la mano» en el TCE, para que tres jueces se reúnan sin convocatoria y cambien la presidencia de la entidad. «Es alarmante ver que el país se deshace de esta manera», lamentó.
El temor del Gobierno es que el Tribunal falle a favor de la Vicepresidenta, y se sancione al primer mandatario con la destitución del cargo o por lo menos con la inhabilitación para participar en la contienda electoral, de cara a los comicios de 2025.
Además, alertó que se estaría intentando «monopolizar» la campaña y las candidaturas, para que otros candidatos que no pertenecen al oficialismo y el correísmo queden fuera. Esto en medio de una «apariencia» de democracia y oposición, donde en público se confronta pero por debajo de la mesa se llegan a acuerdos.
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