La segunda vuelta electoral se disputará el próximo 15 de octubre. En Decisión Ecuador 2023, tres visiones distintas evaluaron el panorama y expusieron su criterio sobre el momento que vive el correísmo, en medio de varios traspiés que ha sufrido su campaña por algunas desatinadas declaraciones del binomio González - Arauz.

En Decisión Ecuador 2023, con Jorge Ortiz, el exministro de Industrias, Ricardo Noboa, rememoró las palabras del candidato asesinado Fernando Villavicencio, quién durante su campaña señaló que en estas elecciones «o gana la mafia o gana la patria».

A su criterio, en la segunda vuelta electoral el país elegirá por la patria, y con ello espera que queden sepultadas las mafias, no solo las vinculadas al narcotráfico, sino las que operan con un evidente tinte político, como el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), liderado por quien fue abogado del expresidente Rafael Correa.

Para el exministro, Daniel Noboa tiene reales posibilidades de llegar a Carondelet, pues su candidatura puede contar con el respaldo del electorado de los candidatos Christian Zurita y Otto Sonnenholzner. Además, consideró que el correísmo tiene un techo «de acero», que será muy difícil de sobrepasar. «Históricamente, llega al 40 %; si bien le falta un poco de propuesto a la campaña de Noboa, hay tiempo para que esa se vaya perfeccionando», apuntó.

En el declive del correísmo estuvo de acuerdo Antonio Ricaurte, exalcalde de Quito, quien aseguró que esa tienda política va camino a desaparecer, como muchas de las figuras de la política tradicional. Explicó que el 35% de voto duro que tiene Luisa González al momento no es ninguna garantía de que llegue a alcanzar la presidencia, pues eso está sujeto a las actuaciones y pronunciamientos del expresidente Rafael Correa. «Así como es capaz de dar esa votación importante, también es capaz de quitarla», agregó.

Pero el correísmo no es el único que viene cometiendo errores en la campaña electoral. Para Ricaurte, Daniel Noboa también ha tenido varios tropiezos en su carrera hacia la presidencia. Sin embargo, encarna al ‘outsider’ de la contienda, por factores como su imagen con chaleco antibalas, su exitoso entorno familiar -con su padre y también expresidenciable Álvaro Noboa- y su manera de exponer sus propuestas sin caer en la difamación, ataques y provocaciones, como el resto de candidatos que se enfrentaron en primera vuelta.

De su lado, Ana Galarza, asambleísta electa por Tungurahua, señaló que existe un evidente hartazgo de la población por las propuestas y actitudes del correísmo. Aquello, dijo, se vio reflejado en los resultados obtenidos en su provincia, donde por «castigar» a esa tienda política le favorecieron como la legisladora más votada de la provincia. «Eso es lo que le va a pasar al correísmo, así como le sucedió al Partido Social Cristiano», aseveró.

En ese sentido, señaló que en la legislatura se moverán las fichas del tablero político, pues el costo de las alianzas con el correísmo le pasaron factura a exasambleístas como Esteban Torres, coordinador de la bancada social cristiana, quien obtuvo un mínimo apoyo en los comicios anticipados y no logró asegurar una curul para el nuevo mandato.

Finalmente, aseveró que en caso de que Daniel Noboa se convierta en el nuevo jefe de Estado, la población podría evaluar su gestión y definir si lo reelige en 2025, algo que no pasaría en caso de que gane Luisa González. «Si llega el correísmo nunca más van a querer soltar el poder, tal como es en Venezuela», sentenció.