Acuña explicó que al severo estiaje que enfrenta el país se suma la falta de planificación por parte de las autoridades, así como la poca antelación para comunicar las decisiones en el tema eléctrico.
La preocupación se incrementa, dijo Acuña, debido a que la única medida que podría paliar la crisis a mediano plazo es la barcaza de generación de 100 MW, frente a un déficit de 1.090 MW. A su criterio, se debe insistir en medidas complementarias, como la de que quienes cuentan con generadores los enciendan para aliviar la red nacional.
A su criterio, al momento es un tanto tardío el pretender moderar el consumo energético, sin embargo, insistió en que desde varios frentes se debe trabajar para no complicar aún más la situación del servicio eléctrico. El riesgo, añadió el experto, es que, si las centrales hidroeléctricas siguen operando con la actual sequía, se compromete su funcionamiento, con lo que las afectaciones podrían ser todavía mayores a las actuales.
Acuña también recordó que desde el Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha se han efectuado acciones para contribuir con otras alternativas de generación para salir de la crisis, por lo que consideró indispensable que se continúe sumando esfuerzos para reducir los efectos de los apagones.
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