Para Mauricio Espinel, “el peligro es inminente” cuando se habla de la posibilidad de enfrentar una nueva propagación del parásito de la Malaria. Si bien hace 12 años la cifra llegaba a los 100 000 casos, en 2014 disminuyo a tan solo 200.
Sin embargo, la concientización de parte de las autoridades médicas y la prevención son algunos de los factores que podrían evitar una epidemia.
“La Malaria es un parásito sanguíneo, se transmite por mosquitos y existen cuatro especies. En nuestro país se ha reportado dos de ellas”, cuenta Espinel. Según el especialista, estas especies producen fiebres, escalofríos e incluso, la muerte. Estos parásitos representan un problema de salud pública y también pueden producir anemia y padecimientos en embarazadas y niños.
¿La solución? Preparar a al equipo médico para enfrentar a la Malaria. “Hay que fortalecer los servicios locales. Hay que entrenar a médicos, enfermeras, laboratoristas de los centros de salud de los sectores para que sepan reconocer el problema”. También señaló que es importante realizar campañas de quimioprofilaxis que consiste en dar medicación a la población del sector.
En caso de sentir síntomas como fiebre o escalofríos, Espinel indicó que es importante acudir inmediatamente a un centro médico y realizarse un examen de sangre para despegar dudas. No es recomendable la automedicación y la dotación de medicamento depende del tipo de mosquito que afecta a la zona.