Bolivia vuelve a las urnas el 3 de mayo, luego que los comicios del 20 de octubre fueran anulados después de que un informe de auditoría de la Organización de Estados Americanos estableciera «manipulación dolosa» a favor del expresidente Evo Morales, quien dimitió el 10 de noviembre.
Por primera vez en 40 años Bolivia anuló unas elecciones, recordó Romero. La anterior vez fue en 1978, tras el fraude a favor del candidato oficialista Juan Pereda Asbún, delfín del dictador de derecha de entonces, el general Hugo Banzer.
Morales renunció en medio de crecientes protestas populares y tras perder el apoyo de las fuerzas armadas y la policía, que le sugirieron públicamente esa medida. Luego se asiló en México y después en Argentina, donde reside actualmente.
En ese contexto, Romero destacó que «los bolivianos necesitamos reencontrarnos en elecciones limpias» para «vivir en un régimen de libertades, igualdad, pluralismo», destacó Romero, que expresó su deseo de que los comicios sean «transparentes y de alta calidad».
A raíz de las elecciones anuladas, los siete vocales del TSE que le dieron la victoria a Morales están detenidos y procesados por el delito de fraude electoral, mientras el sistema de conteo rápido de votos, denominado TREP, está bajo la mira.
Según un cronograma del nuevo TSE, hasta el primer lunes de febrero deben inscribirse los candidatos presidenciales. Y, si es necesario, ir a balotaje el 14 de junio. El centrista Carlos Mesa, principal rival de Morales en los comicios anulados, el líder regional de derecha Luis Fernando Camacho y el pastor evangélico coreano-boliviano Chi Hyung Chung anunciaron con anticipación sus candidaturas.
Una reciente encuesta de Ciesmori, ubicó al Movimiento Al Socialismo (MAS), partido de Morales, que no designó todavía candidato, como primero en la intención de voto con 20,7%. Le sigue la actual presidente transitoria Jeanine Áñez, que dijo que no postulará, con el 15,6%. El expresidente Mesa figura con el 13,8%.
Fuente: El Comercio – Nota Original: LINK