Otto Sonnenholzner renunció a la Vicepresidencia de Ecuador este martes 7 de julio de 2020 a través de una cadena nacional, luego de permanecer en el cargo un año y seis meses. El ahora exvicepresidente aseguró que el país necesita nuevas soluciones para enfrentar los problemas actuales de corrupción y la crisis económica producida por la pandemia del coronavirus. Sonnenholzner aseguró que el Ecuador enfrenta uno de los comicios electorales “más relevantes de su historia” y el mejor servicio que se puede dar al país es “trabajar en la construcción de una camino que nos lleve lejos de la inequidad, el hambre, el desempleo y la corrupción, males que nos han perseguido por demasiado tiempo. Debemos enfocarnos en los objetivos comunes renunciando a cualquier interés particular para lograr una sociedad justa, próspera y equitativa. Haré ese esfuerzo fuera de la Presidencia, así no quedará duda alguna respecto al mal uso de recursos públicos”. Además, Sonnenholzner añadió que cuando asumió el cargo en la Vicepresidencia de la República era consciente de la situación en la que se había dejado el país; sobreendeudado y enfatizó que ahora corresponde a los jóvenes acabar con el mal ejemplo de la política “del berrinche y bochinche” que ha conseguido alejar a los “buenos y atraer a los malos”.

Crédito: Captura de pantalla.

Durante la cadena nacional, trasmitida este martes 7 de julio de 2020, Otto Sonnenholzner aseguró que cuando llegó a la Vicepresidencia de la República sabía que la institución estaba “desprestigiada” por escándalos de corrupción, y aún así, asumió el cargo y logró conseguir el financiamiento de obras de agua potable, infraestructura básica en decenas ciudades del país, inversiones internacionales, impulsar proyectos de energías renovables, hospitales, escuelas, carreteras. El exfuncionario insitió que “queda pendiente” un acuerdo por la Seguridad Social, que por “su complejidad, obliga a mayor participación de los verdaderos dueños del IESS» sus afiliados.

Sonnenholzner destacó que durante su periodo en el cargo público algunas personas “han querido menospreciar ese esfuerzo, tildandolo de campaña política. Está claro que ellos solo recorren nuestro país y dicen escuchar a la gente cuando quieren los votos, y por eso juzgan así. Si quieren llamar campaña, a resolver los problemas de la gente, háganlo, es un honor trabajar duro y servir con humildad”.

Además, el economista guayaquileño resaltó que al asumir la Vicepresidencia “tenía clara» la situación en la que se había dejado el país, el cual parecía “un hogar en donde se había gastado todo el ahorro, patrimonio” y estaba sobreendeudado, un hogar en el que el “jefe de la familia despilfarraba de forma irresponsable, y compró una casa y un lujoso carro del año por encima de sus posibilidades de pago, mientras se gastaba ese dinero había una sensación de fiesta y bonanza, pero era falsa”. Agregó que así funciona el populismo, “pan para hoy, hambre para mañana”.

El ex vicepresidente aseguró que la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus en el país, «ha sido sinónimo de corrupción, logramos que por primera vez en nuestra historia las compras públicas en emergencia sean abiertas, esto nos ha permitido conocer y denunciar la corrupción en Salud. Creamos el mando Unificado de Salud a nivel nacional para lograr una mejor coordinación de la emergencia. Duplicamos la capacidad de atención hospitalaria, incrementamos en 15 veces la capacidad de procesamiento de pruebas PCR, se han hecho cientos de miles de pruebas rápidas”.

Sonnenholzner agregó que “hoy lo responsable es salir, renuncié desde el primer día todos los beneficios que me correspondía por ejercer esa función, sueldos vitalicios, seguridad o movilización, soy joven tego 37 años y se como proveer a mi familia trabajando con honestidad, como siempre lo he hecho, por ello esos recursos quiero que se destinen a quienes más necesitan. Trabajé por la unidad con respeto (…) enfocado a resolver los problemas de la gente”. El exvicepresidente enfatizó en no confiar “nunca en la gente obsesionada con el poder, ni a los que estuvieron por años empeorando todo e insisten en volver a cualquier costo, a cualquier cargo”.

El exfuncionario aseguró que la honestidad en la vida pública “no debe de ser vista como una virtud, sino como un requisito. Ser honesto en lo público y en lo privado siempre sera el mejor negocio, ya estamos cansados de esa honestidad que solo se predica con la boca, queremos la que se practica con el ejemplo”. 

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