La Fiscalía dice que en el juicio se demostró que Antonio Buñay abusó de su autoridad sobre sus subalternos y presionó para que el crédito de USD 800 000 se agilizara en favor del ciudadano argentino Gastón Duzac

El Telégrafo

El expresidente del Banco Cofiec, Antonio Buñay, sigue en la cárcel de Latacunga. Cuatro días después de que el presidente Rafael Correa lo indultara, su abogado Juan Carlos León dice que los documentos de excarcelación aún no llegan al centro penitenciario.

La ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, debe firmar la libertad, pero hasta ayer, 19 de mayo de 2017, ella se hallaba en Guayaquil. Este caso generó más controversia. Mientras el Gobierno defiende la decisión, la oposición pide que la Asamblea Nacional conozca este caso de urgencia.

El asambleísta Esteban Bernal (Creo) remitió un escrito al presidente de la Asamblea, José Serrano, para que el Pleno se pronuncie sobre el tema. En la carta, el legislador recuerda la razones por las cuales el 10 de abril del 2015, la Sala Penal de la Corte Nacional lo condenó a ocho años de cárcel por ­un delito de peculado.

La Fiscalía dice que en el juicio se demostró que Buñay abusó de su autoridad sobre sus subalternos y presionó para que el crédito de USD 800 000 se agilizara en favor del ciudadano argentino Gastón Duzac. Esto ocurrió -según los investigadores- a sabiendas de que esa solicitud no contaba con sustento legal.

Además, documentos que reposan en los archivos fiscales señalan que las exgerentes de Crédito y de Riesgos se negaron a firmar la operación de crédito y Buñay sumilló en su lugar. Ahora, el secretario jurídico de la Presidencia de la República, Alexis Mera, dice que Correa lo indultó porque Buñay fue un “tonto útil” de Pedro Delgado, expresidente del Banco Central y primo de Correa.

“Ha recibido órdenes de Pedro Delgado. La pillería la hizo él y (el indultado) fue un tonto útil; no creo que sea culpable. Estamos convencidos de que fue un tonto útil”. Dos funcionarias que declararon en ese entonces dijeron que Buñay las presionó para que emitieran un informe favorable sobre este préstamo; de lo contrario, iban a ser despedidas.

En ese entonces recordaron que “con una posición enérgica”, el detenido pidió los “respaldos de las transferencias del crédito a Duzac” y preguntó “por qué no se habían cumplido las disposiciones”.

Fuente: El Comercio