Villavicencio explicó que, pese a que las sentencias que se impusieron a cinco procesados son ejemplares, no siente que se haya hecho justicia por completo, pues el caso estuvo lleno de irregularidades, amenazas, y otros inconvenientes.
Reconoció que el «terror» que tuvo su familia desde el primer momento fue que el caso llegue a manos políticas y con ello quede en la impunidad, como ya sucedió en la Asamblea Nacional, donde la comisión que investigó el crimen de su padre determinó que este respondió a causas de la delincuencia común. A esto se suma la preocupación frente a la «inacción» del gobierno de Daniel Noboa, relató.
Villavicencio recordó que cuando ocurrió el asesinato de su padre lo único que podían hacer era confiar en la Fiscalía, sin embargo, 11 meses después del crimen, se han visto «omisiones, negligencia y mediocridades», que impiden una confianza plena en la institución. «El mismo hecho de que no haya una reconstrucción de los hechos y las investigaciones hayan tenido estos momentos de contradicción es parte de toda esta negligencia», apuntó.
Agregó que ha conversado con los abogados de la familia para que se desarrolle una investigación más profunda y los culpables intelectuales también sean sentenciados.