El número total de casos llegó a 104 020 y el de fallecidos a 3024 en las últimas 24 horas, según el nuevo balance divulgado por el Ministerio en Twitter, al cabo de nueve semanas de confinamiento nacional en un país con su capacidad hospitalaria al borde del colapso y su economía virtualmente paralizada.
El número de casos de coronavirus -y de decesos- se triplicó en Perú en relación al 30 de abril, y familiares de fallecidos y personal sanitario reclaman por las carencias de equipos y medicinas en los hospitales públicos.
«Es como una película de terror, adentro (del hospital) parece como un cementerio por los cadáveres, los pacientes mueren en sus sillas, (o) en sillas de ruedas», dijo a la AFP el enfermero Miguel Armas, del hospital Hipólito Unanue de Lima, cuyos trabajadores salieron este miércoles a la calle a protestar.
En Perú hay 7533 pacientes hospitalizados con covid-19, según el nuevo balance, mientras crematorios de cementerios de Lima trabajan día y noche para incinerar a fallecidos por esta enfermedad y se forman filas de carros fúnebres afuera de algunos hospitales del Callao, una ciudad vecina de Lima.
Además de en la capital, el nuevo coronavirus también causa estragos en regiones de la calurosa costa norte como Piura y Lambayeque, y en remotas ciudades y aldeas de la Amazonía peruana, habitadas principalmente por comunidades nativas.
Chile también registró pasó un hito al sumar 35 muertos y 4038 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas para elevar a 53 617 el número de contagiados y a 544 los fallecidos desde marzo, informó este miércoles el ministerio de Salud.
En Santiago, capital de siete millones de habitantes que es el principal foco de la pandemia en el país, están ocupadas entre el 94 y 95% de las unidades con camas de paciente crítico y sin embargo también se registró otro «aumento muy importante» hospitalizados, dijeron las autoridades.
En zonas pobres de la capital chilena se han presentado protestas en las que denuncian falta de alimentos.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, informó este miércoles que se renovará por una semana más la cuarentena total en el Gran Santiago, por lo que por el momento las medidas de aislamiento durarán al menos hasta el viernes 29 de mayo.
Además ven con preocupación el aumento de casos y ocupación hospitalaria en la región de Valparaíso, particularmente en el puerto de San Antonio, 120 km al oeste de Santiago, destino de cruceros y operaciones comerciales de importación y exportación.
«El mayor número de casos nuevos que estamos teniendo en las últimas semanas se refieren a la Región Metropolitana, más de un 85% de estos casos siguen correspondiendo a la Región Metropolitana», indicó Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública.
Los balances sombríos han coincidido con un descenso de las temperaturas ante el inicio del invierno austral, con entre 9 y 13 grados celsius en Santiago, y un clima de tensión social en zona de mayor pobreza en la ciudad.
En el resto del país se mantienen en cuarentena algunas comunas de la región minera de Antofagasta y en Iquique, en el norte.
Al sur de Chile decretaron un aislamiento total desde el viernes para la ciudad de Lonquimay, en la Región de la Araucanía, «donde hay gran concentración de pueblos originarios y la zona está muy alejada de centros hospitalarios», dijo el ministro.
Hasta el 30 de abril el país mostró cifras alentadoras, pero los expertos advirtieron que todavía era muy prematuro para cantar victoria, sobre todo considerando que los contagios habían empezado a expandirse en los sectores más pobres y poblados de Santiago, una ciudad donde en invierno (especialmente en junio y julio) se suele saturar la red sanitaria pública por las enfermedades respiratorias.
Nota Original: El Universo – LINK