Baldeón explicó que el sector petrolero, y específicamente la estatal Petroecuador, le queda debiendo mucho al país, en términos de eficiencia para incrementar la producción petrolera. Recordó que de una producción aproximada de 401 mil barriles, a inicios de 2024, el año culmina con 360 mil barriles.
Esto con la preocupación de que Petroecuador incluya en sus registros al gas asociado como parte de los barriles de petróleo. «Eso ha generado esta desconfianza de empresas internacionales para invertir en una empresa como Petroecuador», cuestionó el experto.
No obstante, resaltó que por el lado de las empresas privadas, el año se termina con una producción de 100 mil barriles, lo cual es «una excelente noticia». Además, indicó que existe expectativa en los mercados internacionales por el anuncio de la delegación del campo Sacha al Ministerio de Energía, lo que a su vez permitiría el incremento de 30 mil barriles al día, que podría compensar el cierre del Bloque 43-ITT.
Sobre la inestabilidad en Petroecuador, Baldeón consideró acertada la decisión de que transfieran los activos de la estatal se transfieran al Ministerio de Energía. Esto debido a que Petroecuador «ya no puede por sí sola», y muestra de ello es el paso de cinco personas por la gerencia de la compañía. «Lo que permitiría la delegación de bloques (petroleros) es que los privados puedan mantener la producción, contar con el capital para incrementarla y que podamos proyectarnos a largo plazo en el sector petrolero», apuntó.
A su criterio, la única opción viable para Petroecuador es que sea liquidada y pase a un modelo de sociedad anónima, como Ecopetrol en Colombia o Petrobras, en Brasil. «La ineficiencia de la administración del sistema trae pérdidas, pero creo que la decisión política del Presidente es sumamente importante; un gran mensaje es que se tome la decisión del bloque Sacha», dijo Baldeón, lo que daría pie a que varias empresas incrementen la producción petrolera.
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