“Ha sido lamentable la respuesta del Estado, ha sido lamentable precisamente por desconocer la dimensión y la magnitud de las violaciones a los derechos humanos que aquí se han cometido en las últimas semanas”, aseveró la directora de AI para América Latina, Érika Guevara.
Piñera, por su parte, aunque rechazó el informe reconoció que “en algunos casos no se cumplieron los protocolos de uso de la fuerza para controlar el orden público” y “se cometieron excesos y abusos”.
La crisis chilena, que aún se mantiene, registra hasta ahora 23 muertos y más de 2.300 heridos. De ellos, cerca de 220 presentan traumas oculares severos, según el estatal Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
La Fiscalía de Chile, asimismo, registró alrededor de 1.100 denuncias por tortura y tratos crueles, así como más de 70 delitos de carácter sexual cometidos por funcionarios desde el 18 de octubre, cuando comenzó la crisis tras un aumento en la tarifa del transporte público.
Fuente: El Telégrafo, nota original aquí: LINK