El tema de las necesidades urbanas en las agendas programáticas de los movimientos políticos en el contexto de los próximos comicios convocó ayer a representantes de distintas tendencias, quienes coincidieron en señalar que en ciudades como Quito no hay planificación.

Carina Acosta / El Telégrafo

En el evento, organizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Fabricio Villamar, exconcejal de Quito y dirigente del movimiento Ahora, dijo que la capital sufre un vacío de planificación y que, además, le han mermado presupuesto lo que ha afectado el área social.

En esta línea, Natasha Rojas, de  Unidad Popular (antiguo MPD), añadió que temas como la participación en las decisiones de sus barrios, es un aspecto que no se ha implementado y se aplica aquello de: “si no piensa igual a mi administración, la próxima no te convoco al Cabildo”, pese a que “todos somos iguales y no debe existir discriminación”.

César Montúfar (Concertación) reconoció que no hay propuestas referidas en cuanto al desarrollo de las ciudades. “Es una falencia, vivimos sumidos en los ciclos políticos, lo local se subsume a la lógica electoral de cada 4 años”. Reiteró que no existe una visión de país que salga desde las ciudades para visibilizar las distintas posiciones locales en los barrios y parroquias.

Paco Moncayo, quien fue alcalde de Quito, indicó que las urbes son puntos de encuentro y desencuentro. Y aseguró que las sociedades son diversas y los partidos políticos representan intereses, de determinadas clases.

Uno de los problemas que identificó es que las ciudades han crecido y no pueden ser manejadas desde un Gobierno central y han tenido que organizarse de manera distinta.  “Ejemplo claro es Quito, que tiene 8 administraciones zonales que, en mi gestión, fueron autónomas, pero ahora están centralizadas”.

Anabella Hermosa, segunda vicealcaldesa de Quito por Alianza PAIS, aseguró que en el Distrito Metropolitano no existe una propuesta administrativa en muchos temas. “Por ejemplo, en el de la contaminación; la ciudad había instaurado hace años un sistema eléctrico de trolebús y ahora vemos que se adquieren deliberadamente 40 buses articulados a diésel y 80 biarticulados. ¿Cuál es la política pública?, ¿pensamos en el cuidado del medio ambiente o en el posicionamiento mediático?”.

Añadió que se hicieron adecuaciones para estos buses articulados con 5 puertas. Se construyeron 12 paradas con 3 puertas. Además, no  cumplen con características mínimas de seguridad para los más vulnerables, que es para lo que se debería trabajar y planificar.