A través del Decreto Ejecutivo 166, el presidente Daniel Noboa ratificó el Tratado de Libre Comercio (TLC) con China. En Decisiones, con Francisco Rocha, tres expertos resaltaron la importancia de este acuerdo y coincidieron que las posturas ideológicas deben quedar al margen para abrir la puerta a oportunidades de desarrollo con grandes economías mundiales.

Julio José Prado, exministro de la Producción, estuvo a cargo de las negociaciones con el «gigante asiático» durante el mandato del expresidente Guillermo Lasso. A su criterio, uno de los pasos más complicados en la negociación se dio a la interna, pues era necesario explicar a los productores y exportadores locales los métodos para proteger a la industria local y las grandes oportunidades que surgen con un TLC de esta magnitud.

Por otro lado, lamento que en el camino hayan surgido dudas, algunas «mal intencionadas», por parte de ciertos sectores que, por uno u otro motivo, querían impedir que se concrete el acuerdo comercial. No obstante, felicitó la postura de la Asamblea Nacional para dar luz verde a este TLC, pues con ello se «allana el camino» para que nuevos acuerdos lleguen en beneficio del país.

Esteban Santos, abogado internacionalista, explicó la importancia de que se maneje al comercio como una política de Estado, independientemente de la línea política de cada gobierno. Esto ocurre con otros países de la región, como Colombia y Perú, cuyas economías han logrado mantenerse a flote, pese a las crisis políticas que han enfrentado.

Sin embargo, Santos resaltó que Ecuador vive un momento donde ha comprendido que la única forma de salir de las diversas crisis por las que atraviesa, es a través del comercio. Añadió que tiene que haber un esquema tripartito, donde intervenga una política pública por parte del Estado, la participación de los gremios productivos y también de la Academia, para así garantizar el éxito de los futuros acuerdos.

De su lado, Luis Narváez, exembajador de Ecuador en Lima, compartió la idea de que los gobernantes deben dejar en segundo plano las posturas ideológicas para garantizar el éxito de la producción local. Agregó que el Ecuador debe mostrar credibilidad hacia los mercados internacionales, y al mismo tiempo, abrirse al diálogo con distintos sectores, pues es la única manera de que se puedan abrir nuevas oportunidades para la economía nacional.

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