En Ecuador no existe desabastecimiento de pruebas PCR y antígenos en el sistema público de Salud, aseguró Francisco Pérez, subsecretario Nacional de Vigilancia de la Salud Pública. Confesó que por la velocidad de contagio de ómicron, es “mucho más difícil” establecer los cercos epidemiológicos.

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En Notimundo al Día, Francisco Pérez, subsecretario Nacional de Vigilancia de la Salud Pública, aseguró que no existe escasez de pruebas de detección del Covid-19, sino que la medida adoptada por el Ministerio de Salud Pública (MSP) busca precisamente evitar el desabastecimiento.

El vocero de la cartera de Salud señaló que al momento cuentan con 250.000 pruebas de antígenos disponibles, mientras que para la segunda o tercera semana de enero esperan otras 300 mil. Para febrero, en cambio, arribarían otras 170 mil al país. «No tenemos escasez de pruebas», recalcó.

Pérez manifestó que la disposición anunciada por la Ministra de Salud, Ximena Garzón, de solicitar una prescripción médica para las pruebas PCR y de antígenos, responde a una necesidad de prevenir que exista una sobredemanda en las unidades médicas del sistema público de Salud.

A decir de Pérez, la medida se la «entendió mal», pues esta busca el reconocimiento clínico y epidemiológico de los posibles contagiados, algo que «siempre se ha hecho». «Lo que pasa es que en estas semanas hemos tenido una gran afluencia de personas (en los 1.300 centros de salud) que no han tenido contacto cercano con infectados ni tampoco presentan síntomas». Por ello, dijo, se debe racionalizar el uso de las pruebas.

Señaló que con los casos positivos de Covid-19, se cumplen protocolos en territorio. «Con nuestro sistema de vigilancia hemos generado nuevas directrices, que han hecho posible que podamos actuar oportunamente con la variante delta, manifestó Pérez, pero recalcó que “con ómicron, es una circunstancia distinta, pues los contagios son más rápidos, y al tener a la mayor parte de la población vacunada con síntomas más leves, o asintomáticos, es mucho más difícil establecer cercos epidemiológicos y controlar la velocidad de propagación”.

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