Durante la condecoración de la Orden Nacional al Mérito en el grado Gran Cruz, que entregó el Gobierno ecuatoriano a Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Presidente de la República, Rafael Correa, resaltó los cambios que se han generado en el ámbito institucional de dicha entidad financiera. Además, agradeció por el financiamiento que el país ha recibido en los últimos años por parte de la entidad.

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“El camino hacia el progreso no es fácil. Por eso, con esta condecoración, reconocemos el trabajo de Luis Alberto y el apoyo a los proyectos estratégicos que la Revolución Ciudadana ha impulsado durante sus años de gestión”, señaló el Jefe de Estado.

Según las estimaciones del Presidente Rafael Correa, son 300 millones de dólares en créditos de contingencia, los que otorgó este organismo internacional al país para enfrentar la tragedia provocada por el terremoto del 16 de abril.

Por su parte, Luis Alberto Moreno destacó las buenas relaciones que sostiene con el gobierno ecuatoriano y las líneas de crédito con las que se asiste al país andino. “Déjeme agradecerle no sólo en lo institucional sino en lo personal y en nombre de todos los funcionarios del BID que trabajan por mejorar las vidas de millones de latinoamericanos”, indicó Moreno.

“En el tiempo que lleva su Gobierno hemos concretado un monto cercano a los 5.000 millones de dólares en créditos con garantía soberana y cerca de otros 800 millones al sector privado, convirtiendo a Ecuador en el cuarto país más importante para el BID”, aclaró. Estos recursos habrían financiado a 805 proyectos en todo el país.

Para el presidente Rafael Correa las transformaciones en la institucionalidad del BID son notables. “Hemos visto ese cambio, esa flexibilidad, esa recta intención de tratar de ayudar y no de condicionar. Bajo su liderazgo (Luis Moreno) se ha ganado en eficiencia pero también en el respeto a la soberanía de los pueblos latinoamericanos”, resaltó el Primer Mandatario.

Sin embargo, el Presidente de la República mencionó que el BID todavía le debe una disculpa a América Latina “por los excesos cometidos durante la larga y triste noche neoliberal, que tanto afectó a nuestros países antes de su gestión, sobre todo todo a inicios de los 90, cuando el BID fue parte fundamental del mal llamado Consenso de Washington”.

Por otro lado, el Jefe de Estado calificó como inteligente la herramienta financiera de los créditos de contingencia, mismos que han permitido enfrentar los estragos del terremoto de abril pasado en la Costa ecuatoriana.

Además aprovechó para sintetizar los desafíos sorteados por la economía ecuatoriana, los que se traducen en una década ganada pese a los problemas externos, el juicio con Occidental, Chevron y el terremoto del 16 de abril. Es así que pese a toda la condición externa que enfrentaron el país y el Gobierno durante los últimos dos años, se ha logrado sostener un promedio de crecimiento del 3,9 por ciento.

“La preparación para las vacas flacas en el siglo XXI es tener carreteras, energía barata, centros de salud, educación gratuita y talento humano. Todo eso es prepararse para las vacas flacas. La historia sabrá reconocer lo que hemos hecho”, sentenció el Jefe de Estado ecuatoriano.