Según Carrillo, el 99,9 % de los incendios forestales ocurridos en la ciudad fueron provocados. En ciertos casos, se debieron a quemas agrícolas, que según datos actualizados, se registraron 1.341 durante esta temporada.
Desde que culminó la epoca lluviosa, en junio, se emitió una ordenanza metropolitana para determinar procesos sancionatorios para quienes produzcan incendios forestales. A partir de ello se han activado los entes de control y la unidad de investigación del Cuerpo de Bomberos de Quito. Sin embargo, hasta el momento no existen personas detenidas por estos casos.
Sin embargo, Carrillo destacó que con el sistema de monitoreo contratado por los Bomberos, por un costo de aproximadamente USD 4 millones, se llevará la investigación más a fondo, gracias al sistema de cámaras y sensores para ubicar a los infractores.
Al momento, los incendios forestales en Itulcachi, Nayón y Pifo están controlados, y los flagelos registrados el fin de semana, como en el sector de San Bartolo, fueron de nivel 1, lo que significa que el nivel de respuesta de los organismos municipales es suficiente. Aclaró que en Itulcachi se mantiene un monitoreo especial y permanente.
Desde el área de la gestión y prevención de riesgos, Carrillo se han priorizado los ejes de sensibilización comunitaria, con estrategias puerta a puerta y por medios de comunicación y redes sociales, para concientizar a la ciudanía sobre los peligros de estas emergencias. También el proceso de monitoreo y de investigación; y, el despliegue de los organismos de respuesta.
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