La desaparición y muerte de María Belén Bernal avivaron la discusión sobre cómo se maneja la Policía Nacional y quien garantiza que este tipo de delitos no queden en la impunidad. En Notimundo al Día, Ramiro García, abogado penalista, señaló que para generar los cambios que se requieren es necesario tener datos certeros sobre problemáticas como porcentajes de uniformados con problemas de alcoholismo o violencia intrafamiliar.

Créditos: El Comercio (Patricio Terán)

En Notimundo al Día, Ramiro García, abogado penalista, lamentó que el asesinato de María Belén Bernal refleje «la peor cara» de la sociedad, que continúa violentando y matando mujeres por el simple hecho de serlo. Recordó que en lo que va de 2022, cerca de 250 casos de femicidio se han reportado en contextos de violencia doméstica e intrafamiliar.

A su criterio, la mejor forma de evitar que estos delitos queden en la impunidad es exigiendo transparencia en las investigaciones y una actuación eficaz por parte de todas las instituciones involucradas. «Este tema ha puesto muy mal a la Policía Nacional y nos ha mostrado una cara interna que no nos hubiera gustado ver», señaló, pues cree que la fuerza pública la fuerza pública tiene una estructura vertical machista, en donde abusos físicos y sexuales se naturalizaban.

No obstante, sostuvo que estas falencias no deben ser vistas únicamente como un punto negativo de referencia, sino como una oportunidad para generar cambios importantes como parte de una depuración de la institución. Por otro lado, reconoció que si bien existió voluntad por parte del Estado para investigar el caso de la desaparición de Bernal, también se dieron varias declaraciones «muy desafortunadas», que trataban de dar al tema enfoques sesgados, como la afirmación de que se trataba de un «crimen pasional».

García explicó que la figura del crimen pasional es una estructura conceptual criminológica, donde una persona agrede a su pareja por celos o motivos similares. Pero en este caso, con las evidencias que se han presentado hasta el momento, esa no sería la motivación del delito, sino que, al presumirse una supuesta infidelidad, Germán Cáceres, esposo de Bernal, procedió a violentar a su pareja.

Asimismo, indicó que al ser este un caso «ultra mediatizado» que ha generado opiniones desde diversos sectores de la población, debe tratarse con responsabilidad en cuanto a los procesos que giran en torno al mismo. Un rol fundamental, por ejemplo, es el de los medios de comunicación, dijo, pues debe promoverse un debate y análisis serio y equilibrado, y evitar los sesgos que, evidentemente, generan los sentimientos de indignación por la muerte.

García condenó que el hecho se haya dado al interior de una Escuela de Policía, por parte de un miembro en servicio activo y que, además, estaba encargado de formar a nuevos uniformados. «Es inaceptable e inentendible», añadió. Por ello, expresó la necesidad de que la Policía transparente sus procesos internos, como parte de los trabajos que deben realizarse para cambiar la situación en la institución.

En este sentido, resaltó que deben evaluarse factores como qué porcentaje de sus miembros tienen problemas de alcoholismo u otras adicciones, así como conflictos de violencia intrafamiliar. «Si queremos establecer soluciones, lo primero que se debe es sentar data«, sostuvo, y añadió que estos procesos deben replicarse en las Fuerzas Armadas y la Función Judicial. Este proceso, añadió, se vuelve prioritario, pues la Policía es la entidad pública más cercana a la ciudadanía, por lo que si no existe esa confianza será difícil revertir la situación del país.

Finalmente, enfatizó en que, si el Estado no interviene en este proceso, cualquier capacidad de reacción de la sociedad se dejará en manos de la iniciativa privada. «Aquí lo que necesitamos es seguridad ciudadana», puntualizó.

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