Acuña recordó que el sistema eléctrico ecuatoriano está muy debilitado y los nuevos apagones no programados son solo una muestra de aquello. Las fallas persisten tanto en el área de generación como en la de transmisión, acotó el experto.
Según el Ministerio de Energía, se registró un fallo en la línea de transmisión Chorrillos-Tisaleo, la cual abastece de electricidad a varias provincias de la Sierra-Centro y la Costa ecuatoriana. Para Acuña, esto arrastra al resto del sistema interconectado y esto responde a que no existen los respaldos suficientes para mantener al sistema sin afectación al usuario.
Respecto de las versiones oficiales, sobre un supuesto robo de cables, esto no debería afectar a mayor parte del país sino únicamente a su zona de influencia. «El control que tiene CENACE sobre todo el sistema es bastante fuerte y tienen monitoreos y controles en varios espacios», apuntó Acuña.
A su criterio, es necesario que se tomen las previsiones para que si ocurre alguna eventualidad en cierta parte del sistema, se pueda garantizar la dotación de este servicio a la ciudadanía. En este sentido, Acuña insistió en la importancia de realizar los mantenimientos en todo el sistema nacional interconectado.
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