Al mediodía de este lunes 11 de marzo falleció, por complicaciones en su salud, Paola Roldán. Ella deja un legado histórico en el Ecuador, pues en vida fue la gestora de la despenalización de la eutanasia.

Paola Roldán Espinosa, de 42 años. Foto: El País

Paola padecía de esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad degenerativa que destruye las células nerviosas. Durante sus últimos meses de vida quedó postrada en una cama, conectada a una máquina de respiración y con la necesidad de recibir ayuda las 24 horas. Su discapacidad era del 95%.

A través de una carta firmada por el padre de Paola, Francisco Roldán, su familia agradeció  al país las muestras de solidaridad, el apoyo recibido y resaltó la lucha emprendida por la mujer de 42 años.


“Su valentía y determinación han allanado el camino para un cambio significativo. La lucha de Paola por el derecho a una muerte digna y compasiva ha dejado un impacto perdurable en nuestra sociedad”, dice la carta.

A Paola la despedirán en una ceremonia íntima, y con sus familiares más cercanos. Su muerte además se dio en paz, rodeada de su los suyos y con un “les amo”.


Su legado

El equipo legal de Paola presentó, en agosto de 2023, una demanda de inconstitucionalidad al artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal, que establecía como un delito el ayudar a una persona que, expresamente, desee optar por la eutanasia.

La demanda fue aceptada en septiembre de ese mismo año, y el febrero de 2024 la Corte Constitucional despenalizó el proceso, siempre y cuando quien acuda al mismo exprese su consentimiento inequívoco, libre e informado (o a través de un representante en caso de no poder expresarlo), y padezca una lesión corporal grave e irreversible producto de una enfermedad grave e incurable.