«Sólo puede haber una recomposición de la democracia en Brasil a través de la consulta popular», indicó en una entrevista con la cadena británica BBC.
Rousseff admitió que «puede ser difícil que pase» esa iniciativa en el Congreso, aunque una encuesta reciente de Datafolha muestra que el 62 % de los brasileños respaldan una convocatoria a elecciones.
La celebración de un referéndum depende de la aprobación del Congreso – incluso si Dilma puede volver a la presidencia no podría llamar a la consulta mediante decreto.
Cuando se le preguntó a Rousseff si la anticipación de las elecciones podría crear más inestabilidad política, ella señaló: «Este argumento fue el de la última dictadura militar. ‘¿Sabes por qué no podemos hacer la elección? En primer lugar, debido a la inestabilidad política; En segundo lugar, la gente no es capaz de votar y elegir adecuadamente; En tercer lugar, la mayoría no siempre es lúcida’. Estas tres razones nos han dado 20 años de dictadura».
La líder brasileña vaticinó que habrá más protestas con el desenlace del juicio político que se realiza en su contra por una comisión del Senado. «Para un golpe de este tamaño es necesaria una movilización mayor», sostuvo la mandatario separada del cargo por un lapso de 180 días, mientras se resuelve el pedido de juicio político en su contra.
Rousseff señaló que tiene la intención de presentarse en persona en su defensa cuando el caso sea juzgado por el Senado, entre finales de agosto y principios de septiembre. Al momento se espera la respuesta del presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski.
En mayo, el Senado de Brasil votó a favor del juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, por lo que debió separarse de su cargo por 180 días. Durante este periodo se analizan las pruebas que supuestamente vinculan a la jefa de Estado con presuntas pedaladas fiscales, lo que supone que el Gobierno atrasó sistemáticamente el envío de recursos a los estatales Banco do Brasil, Caixa Económica Federal y Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), cantidades que habrían sido utilizadas para pagar programas sociales en un año electoral.
El presidente interino, Michel Temer, quien quedó a cargo de la nación, ha llevado a cabo desde los primeros siete días en el poder una serie de reformas económicas y modificaciones contra la clase trabajadora, movimientos campesinos y hasta contra el sector salud, cultura y educación.
El pasado martes, el relator del proceso, Antonio Anastasia, presentó en el Senado el informe en el persistió en la acusación contra Rousseff.
El informe será debatido este miércoles en el Senado y votado el próximo jueves.