José Antonio Camposano, en Notimundo, dijo que Pedernales fue una de las zonas más afectadas dentro del sector camaronero, ya que solo en Manabí, incluyendo el sur de Esmeraldas, existen 20 000 hectáreas de camaroneras, de las cuales 14 000 están afectadas e inhabilitadas. La destrucción incluye destrucción de muros, campamentos de trabajadores, y pérdida de equipos, por lo que Camposano dijo que la afectación es “considerable” pues allí se produce el 10 % del camarón que exporta el país mensualmente.
El representante de la Cámara de Acuacultura también informó que ya se trabaja en la zona afectada con maquinaria pesada. Sin embargo, en las primeras semanas el trabajo se enfocó en la ayuda humanitaria. El sector camaronero necesita de la ayuda del Gobierno para cuantificar los recursos que se requieren para la reconstrucción de las fincas afectadas.
Para Camposano, el golpe no fue solo económico sino también social, ya que los cerca de 500 productores de cría de camarón, deberán retomar sus actividades con nuevos créditos. Estos productores, dijo, se dedican únicamente al sector camaronero por lo que su capital se vio afectado en un 100 %.
Antes del terremoto el sector ya sentía la caída de precios y dificultades en su economía. Según José Antonio Camposano, a pesar de que los productores se esfuerzan por producir más se observó una contracción en las ventas. Hasta abril de este año, el sector determinó que procesó un 15 % adicional pero facturó solo 1 % más, en comparación con las cifras de 2015.
A su criterio, la solución, que debe ser inmediata, es lograr el Acuerdo Comercial con la Unión Europea. Para Camposano, el sector no podrá soportar más impuestos desde 2017 al no contar con un acuerdo. Prácticamente, dijo, los dejaría fuera del mercado. Este sector ya mantuvo una reunión con el actual ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli, quien les ha manifestado que hay avances positivos a pesar de que los tiempos son bastantes cortos.